La salida pendiente del Reino Unido de la Unión Europea (UE), comúnmente denominada Brexit, sigue siendo el tema predominante en la política de esa nación.
De acuerdo con un análisis del Congreso estadounidense, es probable que los desarrollos relacionados con el Brexit tengan implicaciones para la economía global, las relaciones políticas y económicas entre los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea, y la cooperación transatlántica en materia de política exterior y seguridad.
Ante todo, los votantes del Reino Unido se mostraron partidarios de abandonar la UE en un 52% a 48% en un referéndum público en junio de 2016.
Oficialmente, el Reino Unido notificó a la UE su intención de abandonar el bloque en marzo de 2017, y el Reino Unido y la UE comenzaron negociaciones sobre los términos de la retirada.
Brexit y sus etapas
La salida originalmente estaba programada para el 29 de marzo de 2019, pero el Parlamento del Reino Unido no ha podido acordar un camino debido a las divisiones sobre qué tipo de Brexit debería perseguir el Reino Unido y los desafíos relacionados con el futuro de la frontera entre Irlanda del Norte (parte del Reino Unido) y la República de Irlanda (un estado miembro de la UE).
A principios de 2019, el Parlamento rechazó repetidamente el acuerdo de retiro negociado entre el gobierno de la primera ministra Theresa May y la UE, al tiempo que también indicaba oposición a un escenario sin acuerdo, en el que el Reino Unido saldría de la UE sin un acuerdo de retiro negociado.
En medio de este impasse, en abril de 2019, los líderes de la UE acordaron otorgar al Reino Unido una extensión hasta el 31 de octubre de 2019.2 Dadas las negociaciones en curso entre el Reino Unido y la UE, y una serie de eventos y plazos fundamentales en octubre de 2019, las condiciones que rodean el estado y las perspectivas de Brexit siguen evolucionando.
Según el análisis, muchos miembros del Congreso tienen un amplio interés en Brexit.
En 2018, la Administración notificó al Congreso su intención de iniciar negociaciones de acuerdos comerciales entre Estados Unidos y el Reino Unido después de que el este abandone la UE, y el Congreso puede considerar cómo los desarrollos del Brexit afectan las perspectivas de un acuerdo.
TLC EU y RU
El Congreso estadounidense probablemente necesitaría aprobar una legislación para implementar el potencial tratado de libre comercio (TLC).
También algunos miembros del Congreso han demostrado interés en cómo el Brexit podría afectar a Irlanda del Norte.
En abril de 2019, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que «no habría ninguna posibilidad» para un acuerdo comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido si el Brexit debilitara el proceso de paz en Irlanda del Norte.
Los miembros del Congreso, incluido el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Chuck Grassley, han expresado su apoyo al Reino Unido y un acuerdo comercial bilateral, independientemente de cómo ocurra el Brexit.
