El comercio de automóviles se liberalizará por completo en siete años en el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea (UE) y Japón.

Asimismo, el período para la liberalización de las piezas de automóviles variará desde la entrada en vigor hasta los siete años.

Este TLC se firmó el 17 de julio de 2018 y entró en vigor el 1 de febrero de 2019.

Denominado como un TLC de «nueva generación», el acuerdo fue más allá del comercio de mercancías y abarcaba también comercio de servicios, protección de la propiedad intelectual, liberalización de inversiones, contratación pública, aduanas y facilitación del comercio, normas horizontales sobre reglamentos técnicos y asuntos sanitarios y fitosanitarios, competencia (incluidos subsidios y disciplinas para empresas estatales) y cooperación regulatoria.

Además, el acuerdo contiene compromisos específicos sobre la reducción de los derechos de aduana, así como el acceso a los mercados de servicios y normas detalladas relativas a los reglamentos técnicos en los sectores del vino y los vehículos automóviles.

TLC y nuevas normas

Por primera vez en un acuerdo de la UE, hubo un capítulo específico sobre gobierno corporativo. Además, por primera vez en los acuerdos de la UE, hubo un capítulo que prevé específicamente un enfoque particular en la promoción de la participación en el comercio bilateral de las pequeñas y medianas empresas.

También el capítulo de gobierno corporativo en el acuerdo fue el primero en los TLC de Japón. Asimismo, el acuerdo contiene un capítulo específico que estable un marco para la cooperación bilateral en la agricultura.

El acuerdo enfatizó la importancia de garantizar el apoyo mutuo de las prácticas comerciales, laborales y ambientales, a través de un conjunto específico de reglas sobre comercio y desarrollo sostenible.

Como tema general, reconoció la importancia de anular los objetivos de política pública y, en consecuencia, preservó el derecho de los gobiernos a regular en interés público.

Desmantelamiento de aranceles

El acuerdo liberalizó sustancialmente el comercio. Al final del período de transición de 15 años, Japón no aplicaría derechos de importación sobre el 94% de sus líneas arancelarias para las importaciones procedentes de la Unión Europea (según los cálculos de Japón), mientras que un 3% adicional de las líneas arancelarias se liberalizaría en parte a través de contingentes y aranceles reducciones (en agricultura).

El nivel general de liberalización por parte de la Unión Europea se fijó en el 99%, y el 96% de sus líneas arancelarias se habían liberalizado al entrar en vigor.

En términos de valor de importación, la Unión Europea había liberalizado el 75% a la entrada en vigor.

En lo que respecta a las exportaciones agrícolas, Japón era el cuarto mercado más grande de la Unión Europea. Con el tiempo, alrededor del 82% de las líneas arancelarias relativas a los productos agroalimentarios exportados desde la Unión Europea a Japón podrán ingresar libres de impuestos.