Cameco, la compañía de uranio que cotiza en bolsa más grande del mundo, participó con 9% de la producción mundial de ese elemento químico.
Con sede en Saskatoon, Saskatchewan, la capacidad de producción de uranio de la empresa se encuentra entre las más grandes del mundo.
Asimismo, la compañía tiene el control de la propiedad de las reservas de alta ley más grandes del mundo.
Según su propia versión, Cameco utiliza un proceso de etapa para evaluar sus proyectos de uranio y los avanzará a un ritmo alineado con las oportunidades del mercado, para responder cuando el mercado indique la necesidad de más uranio.
Mientras tanto, el programa de exploración de la compañía está dirigido a reemplazar las reservas minerales a medida que su producción las agota.
Sus tierras poseen un total de aproximadamente 0.8 millones de hectáreas (1.9 millones de acres).
Solo en el norte de Saskatchewan, tiene intereses directos en aproximadamente 0.7 millones de hectáreas (1.7 millones de acres) de tierra que cubren muchas de las áreas de exploración más prospectivas de la Cuenca de Athabasca. Sus programas de exploración activa se centran en Canadá
Uranio y el mercado
En septiembre, la Asociación Mundial de Energía Nuclear (WNA, por su sigla en inglés) publicó su informe de combustible nuclear, que destacaba el hecho de que el ciclo de demanda está en alza mientras que el ciclo de producción ha bajado.
El informe describió tres escenarios para la demanda y la oferta de uranio para los años 2019 a 2040.
La demanda aumentó en los tres escenarios considerados: el caso bajo, el caso base y el caso alto.
En los tres escenarios, el informe muestra que la industria necesita al menos duplicar la producción de uranio primario proyectada para 2040 para satisfacer la demanda prevista.
Para lograr esto, el informe de la WNA reconoció que el mercado requerirá las señales apropiadas para garantizar que los niveles actuales de producción continúen, el retorno de la capacidad inactiva, la finalización de los proyectos en desarrollo, la búsqueda de proyectos de expansión brownfield y el desarrollo de los planes y proyectos prospectivos greenfield.
Finalmente, el informe reconoció que incluso cuando los inventarios son altos, la movilidad puede ser baja. Para Cameco, el informe reforzó la creencia de la empresa que el mercado de uranio necesita una transición, similar a lo que sucedió en el mercado de conversión y está comenzando a ocurrir en el mercado de enriquecimiento.