México subiría 19% su producción de azúcar en el ciclo 2020-2021, a 6.5 millones de toneladas, proyectó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés).
En tanto, el USDA prevé que el consumo de México crezca ligeramente, ya que se enfrenta a muchos desafíos, que van desde una economía débil que afecta el poder adquisitivo del consumidor hasta un nuevo etiquetado al frente del paquete para productos que exceden los umbrales críticos de ciertos nutrientes (por ejemplo, grasas, azúcares, sodio, etc.) que pueden conducir a condiciones de salud adversas).
Las exportaciones, pronosticadas en 717,000 toneladas más altas, se proyectan al nivel esperado de las necesidades de Estados Unidos, según se define en los acuerdos de suspensión modificados, más las exportaciones a otros mercados. También espera que los inventarios no cambien.
Producción de azúcar en el mundo
A nivel global, el USDA pronostica que la producción para el año comercial 2020-2021 aumentará 22 millones de toneladas, a 188 millones (valor bruto) debido a una mayor producción en Brasil, India y Tailandia.
A la vez, espera que el consumo aumente a un nuevo récord debido al crecimiento en mercados como el de India y que continúen bajando las existencias a pesar de un repunte en la producción.
El USDA prevé asimismo un fuerte aumento de las exportaciones con el aumento de los suministros
En particular, pronostica que la producción de Brasil repuntará 9.6 millones de toneladas, a 39.5 millones, ya que las preocupaciones iniciales sobre el período seco de agosto-octubre en 2019 fueron compensadas por la lluvia constante de enero a marzo que mejoró la cosecha de caña de azúcar.
Se espera que los bajos precios de la gasolina cambien drásticamente la dinámica de la industria brasileña del azúcar/etanol, afectando negativamente a la industria del etanol y aumentando significativamente la producción de azúcar.
Se calcula que aproximadamente 46% de la cosecha de caña de azúcar se procese para azúcar y 54% para etanol, en comparación con la división de 35 y 65% del año pasado. Se espera que el consumo no cambie y que las existencias bajen, mientras que se pronostica que las exportaciones aumentarán con los mayores suministros disponibles.