El PIB de México sería menos golpeado que el de Brasil en 2020 y 2021, de acuerdo con proyecciones del Banco Mundial.
Mientras el PIB de México caería 7.5% en 2020, el de Brasil registraría una baja de 8%, a tasa anual.
Al año siguiente, en 2021, el PIB de México crecería 3%, a la vez que el de Brasil escalaría 2.2 por ciento.
En Brasil, el banco Mundial prevé que la economía se contraiga en 8.0% en 2020, debido a las medidas de mitigación, la caída de la inversión y los bajos precios mundiales de los productos básicos.
Real GDP
(Percent change from previous year)
Una recuperación esperada a un crecimiento del 2.2% en 2021 se basa en la suposición de un desvanecimiento constante de los factores que pesaron sobre la actividad en 2020, así como en el reinicio de la agenda de reforma fiscal y del entorno empresarial que se había suspendido para priorizar la respuesta Covid-19.
PIB de México
Por otra parte, la economía mexicana se verá afectada desde múltiples ángulos en 2020, incluida la caída de las exportaciones, condiciones de financiación significativamente más estrictas, una fuerte caída en los precios del petróleo, un alto en el turismo y restricciones de movilidad impuestas para frenar la propagación de la pandemia.
El apoyo fiscal anunciado hasta ahora ha sido limitado. Se espera que el PIB de México se contraiga en 7.5% en 2020, pero se recupere en 3% en 2021, respaldada por una recuperación del consumo privado y una normalización de las exportaciones, pero aún agobiada por una modesta inversión fija, que ha sido un obstáculo para el crecimiento en años recientes.
En Argentina, las estrictas medidas de mitigación de COVID-19, junto con una menor demanda de exportación y los impactos de la incertidumbre relacionados con las negociaciones de deuda en curso, contribuirán a una contracción proyectada del PIB del 7.3% en 2020.
Una recuperación al crecimiento del 2.1% en 2021 depende de un recuperación de la demanda interna (consumo e inversión), que resultaría de la restauración de la confianza luego de la finalización exitosa de las negociaciones de deuda.
La pandemia
Covid-19 ha provocado la recesión mundial más profunda que se ha experimentado en décadas. Si bien el resultado final aún es incierto, debido a la pandemia la gran mayoría de los mercados emergentes y de las economías en desarrollo se contraerá, con un daño perdurable en la productividad laboral y el producto potencial.
Las prioridades inmediatas de las políticas son reducir los costos humanos y mitigar las pérdidas económicas a corto plazo.
Una vez que la crisis amaine, se deberá reafirmar un compromiso creíble con políticas sostenibles y llevar a cabo las reformas que se necesiten para apoyar las perspectivas a largo plazo. La coordinación y la cooperación mundiales serán fundamentales.