La necesaria reforma de la OMC está siendo presionada por diversos factores en todo el planeta, destacó Roberto Azevêdo, director general de la Organización Mundial de Comercio, como parte de sus declaraciones de despedida de ese cargo ante el Consejo General, este jueves, en Ginebra, Suiza.
“Para asegurar el futuro de la OMC, es fundamental que los miembros realmente crean en la necesidad de actualizar el sistema. Algunos todavía pueden creer que las presiones que afectan a la OMC están localizadas y, por lo tanto, son temporales. Quiero asegurarles que no lo son”, dijo.
La OMC fue establecida en 1995 y es el único organismo que dirime las controversias del comercio internacional a nivel global. No forma parte del sistema de las Naciones Unidas, ni tampoco de los organismos de Bretton Woods, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
“Las presiones sobre el comercio y la OMC derivan de cambios estructurales fundamentales en la economía global. Los cambios en la tecnología, los modelos comerciales innovadores y los cambios en el equilibrio del poder económico: todos han alterado fundamentalmente la forma en que los países y las empresas interactúan, sin mencionar las formas en que hacemos nuestras vidas cotidianas”, expuso Azevêdo.
Reforma de la OMC
Las reglas que se negociaron en la década de 1980 y firmaron en 1994 siguen siendo relevantes y necesarias.
“De hecho, son el último bastión que conserva cierto grado de orden y previsibilidad en el comercio mundial y las relaciones económicas. Si perdemos esto, perderemos los pilares fundamentales de la paz y la prosperidad”, añadió.
Sin embargo, se pueden perder, si no se logra la reforma de la OMC.
“En términos sustantivos, hay una amplia gama de problemas que están ante ustedes en este momento. Cada uno de ellos ofrecería una contribución significativa a la reforma de la OMC”, dijo.
Pero al menos tan importante como el «qué» de la reforma de la OMC es el «cómo».
“La OMC está ahora impulsada por 164 miembros. No tengo que decirte cuán diferentes son y cuán diferentes piensan. Una receta única para todos no funcionará.
“Debemos recordar que los acuerdos en la OMC siempre han tratado de acomodar la diversidad de nuestros miembros con flexibilidades de diferentes tipos”, dijo.
