Un total de 121 plantas de energía a carbón de Estados Unidos fueron reutilizadas para quemar otros tipos de combustibles entre 2011 y 2019.

De ese total, 103 fueron convertidas o reemplazadas por plantas a gas natural, informó la Administración de Información Energética (EIA).

A fines de 2010, existían 316.8 gigavatios (GW) de capacidad a carbón en los Estados Unidos, pero a fines de 2019, 49.2 GW de esa cantidad se retiraron, 14.3 GW hicieron que la caldera se convirtiera para quemar gas natural y 15.3 GW fueron reemplazados por ciclo combinado de gas natural.

La decisión de las plantas de cambiar de carbón a gas natural fue impulsada por estándares de emisión más estrictos, bajos precios del gas natural y una nueva tecnología de turbinas de gas natural más eficiente, según la EIA.

Energía a carbón

En general, se utilizan dos métodos diferentes para cambiar las plantas de carbón a gas natural.

El primer método es retirar la planta de energía a carbón y reemplazarla con una nueva planta de ciclo combinado a gas natural (NGCC).

En tanto, el segundo método consiste en convertir la caldera de una planta de vapor de carbón para quemar otros tipos de combustible, como el gas natural.

Entre 2011 y 2019, los propietarios de 17 plantas de energía a carbón adoptaron el primer método, reemplazando las viejas plantas de energía a carbón por nuevas plantas NGCC.

Las nuevas plantas de NGCC tienen una capacidad de generación total de 15.3 GW, 94% más que la capacidad de 7.9 GW de las centrales eléctricas de carbón que reemplazaron.

El aumento de la capacidad es en gran parte el resultado de la avanzada tecnología de turbina instalada en las plantas de NGCC.

Durante este período de tiempo, 104 plantas de carbón adoptaron el segundo enfoque, convirtiendo la caldera de vapor para quemar otros combustibles, más comúnmente gas natural, aunque algunas estaban configuradas para quemar coque de petróleo (un subproducto de refinería), materiales de desecho de papel y producción de pulpa, o residuos sólidos de madera.

Las plantas de carbón en la mitad oriental del país han sido buenas candidatas para la conversión porque tienden a ser unidades de menor capacidad y en su mayoría tienen más de 50 años.