El gobierno de Estados Unidos mantiene negociaciones con su contraparte de México para implementar un nuevo mecanismo que regule las exportaciones de azúcar mexicana de modo que permita la llegada de ese edulcorante a las refinerías estadounidenses de caña, quienes enfrentan “un entorno de mercado difícil”.

Un reporte del Congreso de Estados Unidos afirmó que parece probable que cantidades significativas de estas exportaciones de azúcar sin refinar han sido entregadas a los fabricantes estadounidenses de azúcar líquida para su uso en productos finales tales como bebidas, helados y productos horneados.

Aunque esto no es una violación de los acuerdos bilaterales, estas importaciones de azúcar en bruto están pasando por alto las refinerías de caña de azúcar tradicionales de Estados Unidos, que dependen de las importaciones de ese insumo mexicano para mantener un nivel adecuado de capacidad utilización.

Según el reporte, observadores de la industria afirman que las refinerías de caña tradicionales que producen azúcar cristalina se han quedado con una menor oferta de azúcar de caña en bruto mexicana, y aun cuando el mercado para el azúcar refinado se ha vuelto más competitivo, prevalece un entorno de mercado difícil para estas refinerías.

A partir de 2008 y hasta diciembre de 2014, a las exportaciones de azúcar de México se les concedió un acceso sin restricciones de volumen y sin aranceles al mercado de Estados Unidos, bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Pero dos acuerdos de suspensión que el gobierno de Estados Unidos firmó con el gobierno y los productores y exportadores de azúcar de México en diciembre de 2014 propiciaron limitantes en el comercio de este edulcorante.

Ahora, el monto del cupo total de cada ciclo azucarero será determinado con base en una fórmula que incluye dos variables: el excedente de oferta de México y las necesidades de Estados Unidos.

También el azúcar mexicana está sujeta a los precios mínimos de referencia de 0.26 dólares por libra de azúcar refinada y 0.2225 dólares para el resto de azúcar.

Además de los límites cuantitativos de exportación y precios mínimos establecidos en virtud de los acuerdos de suspensión, México acordó limitar los envíos de azúcar refinada a no más del 53% del volumen total de sus exportaciones al mercado de Estados Unidos en cada año, es decir al menos 47% de sus exportaciones de azúcar sería azúcar en bruto.