Las cadenas de valor globales desagregan los procesos de producción en etapas discretas en varios lugares del mundo para lograr una producción eficiente, lo que permite a las empresas organizar estratégicamente diferentes partes de su cadena de valor, como ubicarse en el mercado interno de un cliente objetivo o en la base de un competidor.
Desde la década de 1990, impulsadas por la liberalización comercial a través de acuerdos de libre comercio (TLC), la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los avances en servicios y tecnología, las empresas han estructurado cada vez más el comercio internacional en torno a cadenas de valor globales.
Datos de la OMC muestran que más de dos tercios del comercio mundial se produce a través de cadenas de valor globales, en las que la producción cruza al menos una frontera, y normalmente muchas fronteras, antes del ensamblaje final.
El fenomenal crecimiento en el comercio relacionado con las cadenas de valor globales se ha traducido en un crecimiento económico significativo en muchos países de todo el mundo durante las últimas dos décadas, impulsado por las reducciones en los costos de transporte y comunicaciones y la disminución de las barreras comerciales.
Fases de producción
Más de dos tercios del comercio mundial se produce a través de cadenas de valor mundiales cada año, lo que representa un cambio en la forma en que se llevan a cabo el comercio, ya que el comercio de bienes y servicios intermedios supera al de productos básicos y terminados.
Este cambio, según un análisis del Congreso estadounidense, hace que sea cada vez más difícil comprender e interpretar las implicaciones de las tendencias de los datos comerciales para la economía de los Estados Unidos, ya que los datos comerciales convencionales no atribuyen ninguna parte del valor comercializado de los productos agrícolas y manufacturados terminados a bienes o servicios intermedios.
A pesar de la presencia cada vez mayor de las cadenas de valor globales en la economía mundial, los acontecimientos recientes han puesto de relieve los posibles riesgos y vulnerabilidades de las cadenas de valor globales, en particular los que se concentran en una región en particular o dependen de un solo proveedor.
Los desastres naturales, las emergencias y otras circunstancias impulsadas por políticas en todo el mundo, como la pandemia de la enfermedad del coronavirus 2019 (Covid-19), han demostrado que los vínculos de las cadenas de valor mundiales se integran y crean interdependencia entre las economías, lo que puede dejar a las empresas vulnerables a los choques externos, incluidas las interrupciones en otros países.
Cadenas de valor globales
Al mismo tiempo, la interdependencia puede generar un crecimiento económico más amplio y fortalecer las relaciones entre las naciones.
Si bien el uso de las cadenas de valor globales puede ofrecer beneficios significativos, hacerlo puede generar costos adicionales y aumentar los riesgos.
Para mitigar los riesgos y las vulnerabilidades, de acuerdo con el mismo análisis, las empresas pueden:
- Repensar sus modelos de negocio y buscar incorporar redundancias para la resiliencia.
- Centrarse más en cadenas de valor locales o regionales más cortas.
- Utilizar tecnologías emergentes para reducir y diversificar riesgos y costos.
Es probable que estos cambios varíen entre los sectores de la industria, dependiendo en parte de la ubicación y disponibilidad de los proveedores y clientes, así como de las políticas de inversión y comercio exterior.