México y Canadá ganaron participación en el mercado de acero acabado de Estados Unidos en 2020, de acuerdo con datos de la American Iron and Steel Association y estimaciones de ArcelorMittal para el mes de diciembre.
Tradicionalmente, la mayoría de las importaciones estadounidenses de acero acabado provienen de Canadá y México, lo que representa aproximadamente un tercio de las importaciones totales.
En 2020, mientras que las importaciones a los Estados Unidos disminuyeron en casi todos los mercados principales, las importaciones desde sus socios del TLCAN se mantuvieron relativamente estables en alrededor de 6 millones de toneladas, similar a los niveles de 2019.
Como resultado, la participación de las importaciones de acero acabado de Estados Unidos provenientes del TLCAN aumentó de 35% en 2019 a 45% en 2020, con un gran alza en la participación de las importaciones desde Canadá, a 33% desde 26% y en menor medida, desde México a 12% desde 9% en 2019.
El aumento de la penetración de las importaciones de México y Canadá se produce a expensas de las importaciones de la Unión Europea, cuya participación en las importaciones disminuyó de 19 a 15%, así como de la CEI (de 3 al 1%) y la ASEAN (de 5 a 3%).
Solo Turquía experimentó un aumento de la participación de las importaciones a 4% (desde 1% en 2019), mientras que la participación de las importaciones de otras regiones se mantuvo en general estable, incluida la Asia desarrollada (aproximadamente 20%), India (1%) y China (2 por ciento).
Acero
Las importaciones estadounidenses de acero terminado alcanzaron su punto máximo en 2014 con casi 30 millones de toneladas, disminuyendo a aproximadamente 18 millones de toneladas en 2019.
La reducción en las importaciones de acero terminado se debió principalmente a que la sección 232 implementada en 2018 agregó un arancel de 25% a la mayoría de las importaciones fuera de la región del TLCAN.
En 2020, al igual que en Europa, se impusieron cierres generalizados en la mayoría de los estados de Estados Unidos entre fines de marzo y mayo, lo que provocó una fuerte caída en la actividad económica, particularmente en la producción automotriz, ya que se cerraron las plantas de automóviles.
La debilidad del sector energético y una reducción aproximada de 45% en la demanda de tubos y tuberías hicieron que el consumo aparente mundial de acero cayera aproximadamente 18% interanual en 2020.
