El peso mexicano cierra la semana con una apreciación de 1.15% o 23.2 centavos, cotizando alrededor de 19.93 pesos por dólar, siendo la tercera semana consecutiva que gana terreno frente al dólar, en las que acumula un avance de 3.18 por ciento.
El tipo de cambio tocó un máximo semanal de 20.2427 y un mínimo de 19.8909 pesos por dólar.
Entre los principales cruces del dólar, el peso se ubicó como la octava divisa más apreciada, por detrás del rublo ruso (+2.16%), el rand sudafricano (+2.13%), el real brasileño (+1.79%), la corona noruega (+1.57%), el dólar neozelandés (+1.56%), el dólar australiano (+1.42%) y la lira turca (+1.33%), todas divisas de economías emergentes o estrechamente relacionadas con el desempeño del mercado de materias primas, que normalmente avanzan cuando hay optimismo.
El índice ponderado del dólar perdió los cinco días de la semana, acumulando un retroceso de 0.70%, el mayor desde la tercera semana de diciembre del 2020.
El peso
La apreciación semanal del peso, producto de la debilidad del dólar, se debió a los siguientes factores:
Primer factor
En los mercados financieros globales prevaleció el optimismo y el apetito por riesgo.
En Estados Unidos se publicaron indicadores económicos positivos, superando expectativas, destacándose las ventas minoristas que crecieron a una tasa mensual de 9.8% en marzo y las solicitudes iniciales de apoyo por desempleo de la semana previa, que se ubicaron en 576 mil, su menor nivel desde antes que se viera el impacto inicial de la pandemia en marzo del 2020.
Otros mercados financieros reaccionaron de forma positiva, principalmente el mercado de capitales europeo en donde los principales índices avanzaron en promedio alrededor del 2% en la semana.
En Estados Unidos, los principales índices también avanzaron en promedio cerca del 1%, alcanzando nuevos máximos históricos.
Segundo factor
En el mercado de materias primas, se observaron ganancias significativas, principalmente en los precios de los energéticos, con el WTI avanzando cerca de 6.6% durante la semana, cotizando en 63.2 dólares por barril, mientras que el precio del gas natural subió 6.25% y entre los metales industriales, el cobre subió 3.27% y el acero 4.12 por ciento.
Tercer factor
A pesar del optimismo, se contuvo la especulación sobre el futuro de la inflación y las tasas de interés en Estados Unidos, luego de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, reiterara que la Reserva Federal no ve condiciones para ajustes a la tasa de interés y que, antes de considerar ajustes a la tasa, se reducirá el programa de compra de bonos.
Powell también refirió a mitad de la semana que la mayoría de los hacedores de política monetaria no ven incrementos a la tasa objetivo hasta el 2024. En el mercado de bonos, la tasa de interés de los bonos del Tesoro a 10 años mostró un retroceso de 8.6 puntos base, ubicándose en 1.57%, lo que contribuyó con la apreciación de la mayoría de las divisas.
Desde el punto de vista técnico, el tipo de cambio perforó el soporte clave de 20.00 pesos por dólar y tocó un mínimo de 19.8909 pesos por dólar, abriendo la puerta a apreciaciones adicionales del peso.
El tipo de cambio podría apreciarse hacia niveles cercanos a 19.70 pesos por dólar, vistos por última vez en enero y no se descarta la posibilidad de que se acerque al mínimo en el año de 19.5494 pesos del 21 de enero.
Hay que recordar que la reciente apreciación del peso es resultado principalmente de la debilidad del dólar estadounidense y no de factores propios de la economía mexicana, en donde siguen acumulándose factores que pueden elevar la percepción de riesgo en los siguientes meses.
Ley de Hidrocarburos y el peso
Entre los factores que pueden generar nerviosismo se destacan la aprobación esta semana en la Cámara de Diputados de la reforma para prohibir la subcontratación, que ahora está pendiente de aprobación en el Senado y que tiene la capacidad de ralentizar el proceso de recuperación del empleo.
Otro factor fue la aprobación en el pleno de la Cámara de Diputados del dictamen de reforma a la Ley de Hidrocarburos, que inhibiría severamente la inversión en el sector energético de ser aprobada en el Senado.
Un elemento adicional son las elecciones federales y locales del 6 de junio, pues normalmente en el mes previo a las elecciones tienden a observarse presiones temporales al alza para el tipo de cambio, lo que se estima podría llevar al tipo de cambio a niveles entre 20.50 y 21.00 pesos por dólar en mayo.
Tipo de cambio
Un factor de riesgo adicional para la economía mexicana es la percepción de las políticas públicas internas desde el exterior.
Al cierre de la semana, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó un reporte sobre las políticas macroeconómicas y de tipo de cambio de los principales socios comerciales de Estados Unidos, en donde, por primera vez, se incluyó a México en una lista de países que serán monitoreados, sin ser clasificado como país manipulador de su divisa.
Sin embargo, el reporte destaca que el costoso apoyo del gobierno mexicano a empresas del estado que han perdido participación de mercado, reduce la disponibilidad de recursos para gasto esencial y limita la inversión productiva y la protección social.
De acuerdo con el reporte, las políticas del gobierno de elevar la dependencia de combustibles fósiles, puede llevar a una disminución de las exportaciones de energía de Estados Unidos a México, ampliando el déficit comercial de Estados Unidos con México.
Aunque no se espera que México sea clasificado como un país manipulador de divisas, es claro que las políticas anti mercado de la administración en turno están siendo vigiladas de cerca por el principal socio comercial de México, lo que eleva el riesgo de que se implementen medidas comerciales proteccionistas.
En la semana, el euro tocó un mínimo de 1.1871 y un máximo de 1.1995 dólares por euro. Finalmente, el euro peso tocó un mínimo de 23.8176 y un máximo de 24.0775 pesos por euro.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 19.9285 pesos por dólar, 1.3837 dólares por libra y en 1.1982 dólares por euro.
Gabriela Siller; PhD
Director de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE