La UNCTAD lanzó la Iniciativa de BioComercio en 1996 con el objetivo es promover el comercio y la inversión en diversidad biológica para lograr el desarrollo sostenible.
En general, las actividades de este tipo de comercio apoyan los objetivos de los acuerdos ambientales multilaterales (AAM), incluidos el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Para ese enfoque y propósito, la UNCTAD se asocia con organizaciones nacionales e internacionales a fin de desarrollar sectores basados en la diversidad biológica.
El BioComercio se refiere a las actividades de acopio o producción, transformación y comercialización de bienes y servicios derivados de la biodiversidad, bajo criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica.
Así, estos criterios son la esencia de BioComercio y se conocen como los Principios y Criterios de BioComercio.
La aplicación de los Principios y Criterios de BioComercio en diferentes contextos impulsa los procesos de BioComercio en la promoción y conservación de la biodiversidad a través del uso comercial sostenible.
Ahora estos principios y criterios se están implementando en más de 60 países de Asia, África, América Latina y el Caribe y Europa.
UNCTAD
La Iniciativa de BioComercio de la UNCTAD y sus socios participan activamente en el proceso del Marco mundial de la biodiversidad (GBF) posterior a 2020, transmitiendo el papel positivo que puede desempeñar el comercio sostenible en la protección de la biodiversidad a las Partes del CDB y otras partes interesadas relevantes.
Como agencia de comercio de las Naciones Unidas, la UNCTAD está dirigiendo, participando y consultando con socios de BioComercio y partes interesadas clave del comercio y la biodiversidad para contribuir al GBF.
Se está haciendo hincapié en proporcionar insumos sustantivos en relación con las lecciones aprendidas, las experiencias y la información relacionada con (1) el BioComercio y el comercio sostenible de bienes y servicios basados en la diversidad biológica; (2) participación del sector privado; (3) uso sostenible de la biodiversidad; y (4) incentivos.
Una vez que se adopte el GBF, se canalizarán los esfuerzos para apoyar su implementación.