El costo de envío en el comercio internacional se desacelerará en el segundo semestre de 2021, proyectó la Comisión Europea.
Desde el último trimestre de 2020, el volumen del comercio mundial de bienes alcanzó niveles prepandémicos, principalmente debido a un aumento en la demanda de bienes de consumo.
Aunque el comercio internacional de bienes continuó creciendo con fuerza en el primer trimestre de 2021, se espera que el ritmo de crecimiento se desacelere durante el período de pronóstico a medida que la demanda de los consumidores se aleje de los bienes transables a los servicios domésticos menos intensivos en comercio.
Además, según la Comisión Europea, los recientes aumentos en los costos de envío y un aumento en los tiempos de entrega de los suministros obstaculizan las cadenas de suministro globales.
Si bien es probable que los costos de envío sigan siendo altos a corto plazo, se espera que disminuyan durante la segunda mitad de 2021 a medida que el crecimiento del comercio de mercancías se desacelera y la capacidad de envío se ajusta.
Comercio internacional
A diferencia del comercio de bienes, el comercio de servicios aún no ha alcanzado su nivel prepandémico y se espera que se recupere a un ritmo más lento, ya que los sectores del turismo y los viajes continúan viéndose afectados por las restricciones relacionadas con la pandemia.
En general, la Comisión Europea prevé que el crecimiento de las importaciones mundiales de bienes y servicios (excluida la UE) alcance 9% en 2021, antes de disminuir a 5.7% en 2022.
Cotizaciones
En los últimos meses, los precios del petróleo han aumentado por encima de los niveles previos a la pandemia, mientras que los precios de los metales básicos y los alimentos han alcanzado máximos de varios años.
Se supone que los precios del petróleo alcanzarán un promedio de 68.7 dólares por barril en 2021 (54% más que en 2020), en medio de la disminución de las existencias, los continuos recortes de producción por parte de la OPEP + y un aumento esperado de la demanda de petróleo en la segunda mitad de 2021, para estabilizarse en 68.3 dólares por barril en 2022.
Entre tanto, los precios de los metales se han disparado recientemente debido al auge de la demanda mundial, intensificada por el acaparamiento.
También la acelerada transición energética ha contribuido a la creciente demanda de algunos metales como el cobre, mientras que la oferta se ha visto frenada por bloqueos y huelgas en América Latina.
Según la Comisión Europea, la moderación esperada de la demanda de bienes industriales y la expansión de la capacidad de oferta de algunos metales deberían moderar el crecimiento de los precios en 2022.
Por último, los precios de los alimentos se acercan a su pico de precios de 2011, lo que refleja la alta demanda de cereales forrajeros de China, el aumento de los costos de los insumos debido a los precios más altos de la energía, aumentó demanda de biocombustibles y algunas prohibiciones de exportación.
De cara al futuro, se espera que los precios de los alimentos disminuyan en 2022, asumiendo la ausencia de sequías generalizadas y un aumento de la oferta de tierra cultivable.