La Unión Europea, Estados Unidos y Rusia se colocaron en las primeras posiciones entre los mayores exportadores de productos de la minería en 2020, informó la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Después de ellos siguieron: Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Australia, Canadá, China, Brasil y Reino Unido.
Durante 2020, los precios de los metales preciosos continuaron siendo bastante volátiles, con el precio del oro cotizando a un mínimo de aproximadamente 1,450 dólares la onza en marzo y un máximo de aproximadamente 2,075 dólares/onza en agosto.
El precio de la plata fue característicamente más volátil, cotizando a un mínimo de alrededor de 11.65 dólares/onza en marzo y un máximo de casi 30 dólares/onza en agosto.
Según la empresa Almaden Minerals, la volatilidad se da en un contexto en el que los bancos centrales reducen las tasas de interés y los países de todo el mundo acumulan deudas masivas incluso durante los buenos tiempos y ahora se agravan ante la presencia de la pandemia de Covid-19.
Al mismo tiempo, los consumidores han acumulado una gran cantidad de deuda debido a las bajas tasas de interés y la probabilidad de que un mayor gasto de los consumidores pueda rescatar todo parece baja.
Minería
La Unión Europea exportó 358,000 millones de dólares de productos de la minería en 2020, aunque esta cifra se reduce a 126,000 millones si se consideran sólo los flujos extra-región.
Con respecto a Estados Unidos, este indicador fue de 201,000 millones de dólares; mientras que el de Rusia fue de 171,000 millones de dólares.
Para Almaden Minerals, sigue siendo muy difícil predecir la trayectoria de la pandemia de Covid-19, pero los efectos ya son drásticos.
Las situaciones en las que existe un mayor riesgo para las estructuras financieras y sociales establecidas son la razón clásica para poseer oro y plata como preservadores de ahorros y valor.
Sin embargo, incluso los valores de los metales preciosos y los valores de las empresas que se dedican a su exploración, desarrollo y producción no son inmunes a las repercusiones derivadas de la crisis.
Debido a las difíciles condiciones financieras en todo el mundo, la exploración minera se ha resentido y gran parte del desarrollo de recursos (incluido el de Almaden) se ha visto frenado por la oposición de los activistas contra el desarrollo, en muchos casos provenientes de fuera de las comunidades locales a los proyectos de desarrollo.
Pero la demanda y la necesidad de metales preciosos y otros seguirán creciendo.
Las reservas de depósitos conocidas se están agotando y aumentará la necesidad de reemplazo.
Es probable que tanto la escasez de fondos para nuevos descubrimientos como la dificultad para desarrollar nuevos recursos limiten el suministro de metales a una población mundial en crecimiento y en desarrollo.
La compañía cree que a largo plazo, los precios de los metales serán constructivos tanto para las actividades de exploración como para las de desarrollo.