China proyecta incrementar el gasto en investigación y desarrollo (I&D) de 2.1 a 2.5% de su Producto Interno Bruto (PIB), como parte de las metas que se fijó en su plan quinquenal 2016-2020.
En este plan en curso, el número 13, China se propone también escalar de la posición 18 a la 15 en el Índice de Innovación Mundial y subir de 6.3 a 12 patentes en promedio por cada 10,000 personas.
En marzo de 2016, la Asamblea Popular Nacional de China, la legislatura de ese país, ratificó el nuevo plan quinquenal, que establece objetivos para reequilibrar la economía hacia un mayor valor agregado en la producción de manufacturas y un más alto consumo doméstico.
La capacidad del gobierno chino para alcanzar estos objetivos es una cuestión política, no económica, y depende de su voluntad de renunciar a un grado sustancial del control estatal, de superar los intereses arraigados y de soportar el “dolor económico” a corto y mediano plazo que genera las reformas estructurales, dijo la Comisión de Análisis Económico y Seguridad Estados Unidos-China.
El plan quinquenal pretende elevar la calidad de vida de los ciudadanos chinos mediante la mejora de la salud, la educación y el bienestar social. Además, se prevé que el costo de la urbanización, el cuidado de la salud, la energía limpia y los objetivos ambientales para los próximos cinco años cuesten alrededor de 8.1 billones de dólares en inversiones del sector público y privado.