El fuerte repunte de la demanda mundial, las interrupciones de la oferta y el agotamiento de los inventarios han elevado los precios de las materias primas y los costos de transporte en todo el mundo, particularmente en América del Norte y Europa, indicó un informe de la OCDE.
El análisis utiliza estimaciones empíricas de los países del G20 para evaluar el impacto de los mayores costos de los insumos sobre la inflación de los precios al consumidor.
Así, los resultados sugieren que los mayores precios de las materias primas y los costos de envío explican gran parte del repunte observado en la inflación de los precios de importación y la inflación de los precios al consumidor durante el último año, y es probable que tales efectos persistan durante algún tiempo.
Los precios mundiales de las materias primas en julio y agosto de este año fueron alrededor de 55% más altos que el año anterior.
Mientras tanto, los precios del petróleo se han recuperado a su nivel anterior a la pandemia; los precios de los metales se han disparado debido a la fuerte demanda en China y las economías desarrolladas; y los precios mundiales de los alimentos han subido a su nivel más alto en una década, en medio de una fuerte demanda y las interrupciones de la producción relacionadas con el clima en las principales economías exportadoras de alimentos
Materias primas
También, siempre según la OCDE, las tarifas de transporte en contenedores se han disparado este año, continuando con el aumento que comenzó en 2020.
Los precios al contado a principios de septiembre se situaron entre 2 y 3 veces el nivel del año anterior, impulsados por la fuerte demanda de bienes de consumo y los impedimentos de suministro que provocaron retrasos en los envíos.
Actualmente, los buques se utilizan casi a plena capacidad y los contenedores siguen siendo escasos.
Al mismo tiempo, la congestión en los puertos y la menor productividad en terminales y depósitos interiores también han provocado cuellos de botella.
Las reglas de distanciamiento, los cierres temporales y las normas de higiene reforzadas han aumentado los intervalos entre los turnos de la tripulación, especialmente después de la propagación de la variante Delta en muchas economías asiáticas.
Esto ha prolongado los tiempos de procesamiento en los puertos, ha obstaculizado la devolución de contenedores a Asia y ha generado retrasos a lo largo de toda la cadena de envío.
Para la OCDE, es probable que esta situación atípica persista durante algún tiempo, con una capacidad de envío adicional significativa que solo aparecerá en 2023.