China cumplió con 89% de compras agrícolas a Estados Unidos dentro de la Fase 1 del acuerdo comercial entre ambos hasta julio de 2021.
El 15 de enero de 2020, China y Estados Unidos firmaron el Acuerdo Económico y Comercial, Fase 1.
Entre otras cosas, el acuerdo contiene disposiciones relativas a la propiedad intelectual, la transferencia de tecnología, el comercio de productos alimenticios y agropecuarios, y los servicios financieros.
Según el Departamento de Comercio, las exportaciones estadounidenses se vieron impulsadas por los compromisos de compra de China en el marco del acuerdo de la Fase 1, pero el déficit comercial de bienes de Estados Unidos siguió creciendo.
En lo que va del año hasta julio, el déficit aumentó 14.6% interanual hasta alcanzar los 187,200 millones de dólares.
Compras agrícolas
De acuerdo con Chad Bown, investigador principal del Peterson Institute for International Economics, las compras anuales de China de productos estadounidenses cubiertos por el Acuerdo de Fase Uno hasta julio de 2021 totalizaron 78,900 millones de dólares o 30.8% de su objetivo de 114,100 millones de dólares.
Las compras agrícolas de China cubiertos están por debajo de la marca comprometida, totalizando solo 89% de la misma.
Sin embargo, las compras de China de productos manufacturados y energía continúan muy por detrás de sus objetivos, ya que China importa solo 66 y 53% de los compromisos respectivos, según el análisis del Bown.
Pandemia
La desaceleración de la recuperación de la economía china obstaculizó la demanda de importaciones de China.
Un reporte de la OMC indicó que la aparición de la pandemia de Covid-19 a principios de 2020 ha tenido una repercusión importante en la producción y el empleo.
A principios de 2020, la economía de China se contrajo en 6.8 por ciento. Prácticamente todos los sectores resultaron gravemente afectados por la pandemia, con las notables excepciones de los servicios financieros y la tecnología de la información.
A partir de mediados de 2020, la economía empezó a recuperarse, impulsada principalmente por la inversión pública y el comercio internacional.
Las rápidas reacciones en materia de política fiscal y monetaria ayudaron a mitigar las repercusiones económicas de la pandemia; no obstante, como resultado de las medidas de estabilización adoptadas por el gobierno, puede que hayan aumentado los riesgos para la estabilidad financiera.