El uso de plaguicidas en el mundo aumentó 36% durante el período 2000-2019, a 4.2 millones de toneladas en 2019, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Casi todo el aumento tuvo lugar entre 2000 y 2012, y luego se estabilizó.
Las mayores contribuciones provinieron de Asia, seguidas de América, Europa, África y Oceanía.
Al mismo tiempo, las contribuciones regionales al total mundial cambiaron levemente con el tiempo, pero Asia, el mayor contribuyente, se mantuvo estable en 52-53 por ciento.
Por su parte, la participación de las Américas aumentó de 29 a 33% del consumo mundial de pesticidas, mientras que la de Europa disminuyó levemente de 14 a 11 por ciento.
África y Oceanía aplicaron pequeñas cantidades de plaguicidas a lo largo del tiempo, pero Oceanía tuvo el mayor crecimiento en aplicaciones de plaguicidas (+85 por ciento).
Plaguicidas
China fue el mayor usuario de plaguicidas en 2019 con 1.8 millones de toneladas, o 42% del total mundial, muy por delante de los Estados Unidos y Brasil (0.4 millones de toneladas cada uno).
El uso mundial de plaguicidas por área de tierra de cultivo aumentó 28% en la década de 2000, de 2.1 kg/ha a 2.6 kg/ha, y se estabilizó después de 2010, aunque con algunas diferencias regionales importantes.
Las tasas de aplicación de plaguicidas en 2019 fueron más altas en las Américas, seguidas de Asia, Oceanía, Europa y África.
Asimismo, en la década de 2010, Oceanía superó a Europa, pero ambas regiones se mantuvieron por debajo del promedio mundial.
Entre tanto, Asia fue la única región donde el uso de plaguicidas por área de cultivo no aumentó entre 2010 y 2019.
Los tres principales países en términos de tasa de aplicación de plaguicidas para 2018 fueron Trinidad y Tobago, con 25 kg/ha, Santa Lucía, con 20 kg/ha. y Ecuador, con 14 kg/ha.
En general, el manejo, uso y eliminación de algunos químicos y pesticidas son aspectos inherentes a las operaciones de producción de empresas relacionadas con la agricultura.
Estas actividades y otros aspectos de la producción están sujetos a diversas leyes y reglamentos ambientales, según el país de operación.
Además, en algunos países, las leyes ambientales pueden requerir la investigación y, si es necesario, la remediación de la contaminación relacionada con operaciones pasadas o actuales.
Por ejemplo, según la Ley de Protección de la Calidad de los Alimentos, promulgada por el Congreso de Estados Unidos en 1996, los pesticidas de uso alimentario se evalúan para determinar si existe una certeza razonable de que no se producirán daños por los efectos acumulativos de la exposición a los pesticidas.
En virtud de esta Ley, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos está evaluando los riesgos acumulativos y agregados de las exposiciones dietéticas y no dietéticas a pesticidas.