La seguridad de Estados Unidos y los cambios al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) serán las principales fichas en la mesa de negociación, entre los gobiernos de México y Estados Unidos, destacaron funcionarios y fuentes consultadas.
México pretende defender el libre comercio con Estados Unidos, mediante el uso de la seguridad fronteriza y la política migratoria como moneda de cambio cuando se siente a negociar con Donald Trump, según la agencia Reuters.
Legisladores mexicanos comentaron que México pretende apaciguar las amenazas del magnate de entorpecer el comercio y la inversión por medio de utilizar los temas con los que puede ganar influencia.
Así, México escucharía las preocupaciones de Estados Unidos sobre inmigración ilegal y pérdida de empleos, pero adoptaría una postura firme para proteger sus propios intereses económicos, esto es, la defensa del TLC.
Si el nuevo presidente de Estados Unidos intenta revertir la integración económica de América del Norte, afectará a la región en su seguridad y la hará más débil frente a terceros países, advirtió Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, en mayo pasado.
“Por su naturaleza y por sus vínculos, América del Norte debe permanecer fuerte, consolidada y aliada, no sólo en su estrategia económica, sino en su estrategia de seguridad”, dijo el funcionario.
“México quiere que la seguridad, la inmigración y la gestión de la frontera entre Estados Unidos y México estén sobre la mesa junto al comercio cuando se siente a hablar con el gobierno de Trump”, explicó una persona familiarizada con los planes que habló bajo condición de anonimato.
Eso podría traducirse en que México ofrecería reforzar su frontera norte para contrarrestar el contrabando de drogas y el paso de migrantes, y ofrecer a Estados Unidos un papel más importante en asegurar la frontera sur de México con Guatemala, por donde miles de indocumentados del resto de América Latina pasan cada año rumbo a Estados Unidos, según un alto funcionario mexicano consultado por Reuters.