Los chips semiconductores pueden no tener sustitutos, lo que afecta industrias que requieren esos bienes intermedios y genera cuellos de botella, de acuerdo con un análisis difundido por el Banco de Pagos Internacionales (BIS).
En un proceso productivo, los cuellos de botella son una fase de la cadena de producción más lenta que otras, propiciando que se ralentice el proceso de producción global.
A lo largo de los últimos años, los cuellos de botella en las industrias comerciables han tendido efectos secundarios internacionales.
En promedio, según el BIS, alrededor de la mitad de la disminución de la producción debido a los cuellos de botella en las materias primas energéticas o los semiconductores se produce fuera del país de origen.
Por el contrario, la mayor parte del impacto de los cuellos de botella en los sectores no transables, como la construcción, no se extiende al exterior. La adaptación podría reducir el impacto de los cuellos de botella.
En un plano introductorio, el BIS indica que es posible que haya disponibles sustitutos para algunos artículos afectados por cuellos de botella.
Por ejemplo, el aumento de los precios del gas natural ya ha hecho que algunas empresas de electricidad aumenten la generación de energía con carbón.
Para el BIS, esto sugiere que el impacto económico de los cuellos de botella de la energía en Europa y China puede no ser tan severo y, de hecho, puede generar ganancias de ingresos para los productores de productos energéticos cuando aumenta la demanda.
Chips semiconductores
Del mismo modo, algunas empresas han comenzado a utilizar el transporte aéreo para evitar retrasos en los envíos.
Los puertos de Estados Unidos han ampliado su jornada laboral para hacer frente a una mayor demanda. Sin embargo, los sustitutos no son una panacea y pueden crear sus propios cuellos de botella (como en estos ejemplos para el carbón y el transporte aéreo).
Y para algunos bienes, como los chips semiconductores, es posible que no existan sustitutos, lo que indica efectos más persistentes de cuellos de botella para países con grandes industrias automotrices.
Los cuellos de botella en las industrias más upstream pueden tener efectos particularmente importantes.
En particular, el BIS destaca que los cálculos basados en una matriz de insumo-producto global indican que la disminución en la producción debido a una restricción en el suministro de materias primas energéticas o chips semiconductores es en promedio de 3.5 a 4.5 el tamaño del impacto inicial.
Multiplicadores de la producción para industrias más descendentes, como los servicios de alojamiento, están más cerca de 2.
Para poner estas cifras en perspectiva, implican que, en promedio, una contracción de 10% en la producción mundial de chips semiconductores reduciría el PIB mundial en aproximadamente 0.2 por ciento.
Los efectos podrían ser mayores debido a los efectos látigo que surgen de los cambios de comportamiento y para las economías que dependen en gran medida de los chips semiconductores.
Una estimación de un analista sugiere que la escasez de chips podría reducir la producción de automóviles en 2021 en 7.7 millones de unidades, con todo lo demás igual (equivalente a 8% de la producción prepandémica).
Para Alemania, donde la industria automotriz representa 6% del PIB, esto sería equivalente a 0,5% del PIB.