La economía de América Latina y el Caribe se contrajo 1.4% en 2016, lo que representó el segundo año consecutivo de recesión y la primera contracción plurianual en más de 30 años, destacó el Banco Mundial.
La subregión de América del Sur, hogar de los principales exportadores de petróleo y metal, se contrajo 2.8% el año pasado. El crecimiento en México y Centroamérica fue positivo, pero se desaceleró a 2.3%, mientras que el crecimiento en la economía caribeña se desaceleró a 3.2 por ciento.
Además de los bajos precios de las materias primas, los retos internos en varias de las economías más grandes de la región y la desaceleración del crecimiento en las principales economías avanzadas pesaron la actividad económica de la región.
Argentina se contrajo 2.3% en 2016. A su vez, Brasil, que tuvo una recesión de 3.4%, implementó políticas y reformas más estrictas para mejorar las condiciones macroeconómicas nacionales.
El lanzamiento de reformas orientadas a los negocios y orientadas hacia el mercado en Argentina y Brasil y el acuerdo de Argentina con los acreedores fueron conducentes a una mejor percepción de los inversionistas. Varios países de América Latina y el Caribe experimentaron turbulencia en los mercados de renta variable y depreciación de la moneda después de las elecciones de Estados Unidos.