Un análisis del Congreso estadounidense describe algunos de los costos de las nuevas reglas de origen en el sector automotriz del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Las reglas de origen automotrices del T-MEC comenzaron a introducirse gradualmente a principios de 2021 para brindar a los importadores y productores tiempo para adaptarse a las medidas más restrictivas.
Durante las negociaciones, los fabricantes de vehículos y repuestos apoyaron en general el mantenimiento de las reglas de origen actuales bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, antecesor al T-MEC), mientras que los grupos laborales buscaba exigir un porcentaje más alto de contenido regional, lo que, en su opinión, reduciría la proporción de piezas producidas en países no miembros del TLCAN.
Algunos observadores afirman que “no está claro” si las reglas de origen automotriz del T-MEC cumplen con los requisitos del artículo XXIV del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El artículo XXIV establece que los aranceles y otras regulaciones comerciales entre las partes de una unión aduanera “no debería ser en general más alta o más restrictiva” que la tasa de derechos y reglamentos “aplicables en los territorios constituyentes antes de la formación de dicha unión”.
Asimismo, de conformidad con el análisis, algunos economistas y otros expertos creen que el mayor requisito de contenido norteamericano en el T-MEC probablemente tendrá consecuencias no deseadas.
Sostienen que el comercio de vehículos motorizados dentro de América del Norte puede no cumplir con los nuevos requisitos y puede no ser elegible para los beneficios del T-MEC.
Reglas de origen
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) estimó que las reglas de origen más estrictas del T-MEC para los vehículos de motor y los nuevos requisitos salariales darán lugar a una disminución de las importaciones libres de aranceles de vehículos de motor y piezas en los Estados Unidos.
Una parte de esa disminución sería reemplazada por la producción nacional, mientras que una parte sería reemplazada por importaciones sujetas a derechos.
Además, la CBO estima que los importadores estadounidenses de automóviles y piezas que no cumplan con los requisitos de las normas de origen más estrictas pagarán aproximadamente 3,000 millones de dólares en aranceles durante la próxima década.
Otros economistas también sostienen que sería más rentable para los fabricantes de vehículos motorizados y piezas de vehículos motorizados pagar el arancel NMF de aproximadamente 2.5%, en lugar de cumplir los engorrosos requisitos de las normas de origen.
Ellos argumentan que un cambio en las reglas plantea un riesgo significativo para la producción automotriz de América del Norte, porque es probable que los nuevos requisitos de contenido aumenten los costos de producción, lo que resultará en precios más altos de los automóviles, menor demanda de Estados Unidos y menores exportaciones de automóviles.
México vs Corea
A los fabricantes de automóviles en México les preocupa que puedan perder participación de mercado frente a los fabricantes asiáticos.
Por ejemplo, debido a que las reglas de origen en el TLC entre Estados Unidos y Corea del Sur son mucho más bajas que las del T-MEC, es posible que algunos productores de vehículos de motor cambiarían la producción a Corea del Sur, especialmente en camiones ligeros.
Incluso con estas preocupaciones, algunos productores de vehículos de motor apoyan el T-MEC y dicen que cumplir con las nuevas reglas de origen puede ser un desafío, pero probablemente manejable.