Las exportaciones mexicanas de autopartes a Estados Unidos alcanzaron un crecimiento de 16.7% interanual en 2021, a 61,945 millones de dólares, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio (DOC).
Si se compara ese mismo monto con el resultado de 2019, antes de la pandemia de Covid-19, el crecimiento fue de 0.4 por ciento.
En México, los fabricantes de autos operan sobre todo en los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí.
También las plantas de fabricantes de equipos originales (OEM) se encuentran en Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Veracruz.
En cuanto a las cadenas de suministro, los productores de autopartes se ubican cerca de estas plantas, principalmente en Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Guanajuato y Estado de México, aunque también en otras partes del país.
Desde todo el mundo, las importaciones estadounidenses de autopartes sumaron 160,522 millones de dólares en 2021, lo que representó un crecimiento de 20.3% en comparación con 2020 y un alza de 3.5% en comparación con 2019.
Autopartes
Por presión del gobierno estadounidense, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entró en vigor el 1 de julio de 2020, actualizando las disposiciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para reflejar los estándares del siglo XXI y, según la Casa Blanca, reequilibrar los beneficios del acuerdo.
Desde la perspectiva de la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR), el T-MEC mantiene el trato libre de impuestos a la importación del TLCAN para los bienes industriales originarios; amplía las oportunidades de acceso al mercado para los productos fabricados en Estados Unidos; y fortalece las disciplinas para abordar las barreras no arancelarias que restringen las exportaciones estadounidenses a Canadá y México.
También el T-MEC modifica las reglas de origen, según sea necesario, para garantizar que los beneficios del acuerdo se destinen a productos genuinamente fabricados en los Estados Unidos y en otras partes de América del Norte, y para incentivar la producción en América del Norte y específicamente en los Estados Unidos.
Además, las Partes del T-MEC buscan lograr una mayor compatibilidad regulatoria en sectores clave de productos manufacturados, incluidos automóviles, productos farmacéuticos, dispositivos médicos y productos químicos para reducir las cargas asociadas con las diferencias en la regulación entre las Partes.