México incrementó 8.7% sus flujos de llegada de Inversión Extrajera Directa (IED) en 2021, a 31,621.2 millones de dólares, informó la Secretaría de Economía.
La Ley de Inversión Extranjera de México establece un marco legal diseñado para fomentar la inversión extranjera en México y para imponer ciertas restricciones limitadas a la inversión extranjera en México.
Por ejemplo, la Ley de Inversión Extranjera permite a los inversionistas extranjeros poseer 100% del capital social de una empresa mexicana si se cumplen ciertas condiciones.
También la Ley detalla qué actividades económicas están reservadas exclusivamente al Gobierno o a los inversionistas mexicanos.
Además, delinea ciertas actividades en las que la inversión extranjera no puede exceder 10, 25, 30 o 49% de la inversión total sin la aprobación de la Comisión de Inversiones Extranjeras.
En 2021, por tipo de inversión (origen del financiamiento), la IED correspondiente reinversión de utilidades fue de 38.6%; a nuevas inversiones, 43.7%; y a cuentas entre compañías, 17.7 por ciento.
Por sector, las manufacturas abarcaron 39.7%; seguidas de minería, 15.2%; servicios financieros y de seguros, 15.0%; transportes, 8.8%; comercio, 8.5% y servicios de alojamiento temporal, 5.2%. Los sectores restantes captaron 7.6%.
Finalmente, por país de origen, Estados Unidos tuvo una cobertura de 47.5%; España, 13.7%; Canadá 6.5%; Reino Unido, 5.7%; Alemania, 5.2%; y Japón 5.0%, otros países aportaron el 16.4% restante.
Inversión Extranjera Directa
La Ley de Inversión Extranjera permite a los inversionistas extranjeros comprar valores, conocidos como certificados ordinarios de participación, basados en valores de renta variable emitidos por sociedades mexicanas y negociados en la Bolsa Mexicana de Valores que de otro modo estarían restringidos a inversionistas mexicanos, siempre que se cumplan ciertas condiciones.
Con la autorización de la Secretaría de Economía, los bancos mexicanos podrán constituir fideicomisos de inversión, actuando los bancos como fideicomisarios para comprar estos valores de capital restringido en nombre de inversionistas extranjeros.
Estos fideicomisos, a su vez, emiten certificados ordinarios de participación, los cuales sólo otorgan derechos económicos a sus tenedores, que pueden ser adquiridos por inversionistas extranjeros. Todos y cada uno de los derechos de voto son ejercitables únicamente por el fideicomisario.
En mayo de 2019, ProMéxico, un fideicomiso público que anteriormente estaba supervisado por la Secretaría de Economía, se disolvió y el fideicomiso transfirió sus responsabilidades a la Secretaría de Economía y la Secretaría de Relaciones Exteriores.