El presidente estadounidense, Donald Trump, evidenció aún más su contradicción en los mensajes que ha dado sobre los impuestos fronterizos, la política cambiaria de China y el comercio internacional.
Durante una reunión en la Casa Blanca, Trump dijo este lunes a directores de empresas que impondrá un impuesto a los negocios que muevan operaciones de producción fuera de Estados Unidos y luego envíen productos de vuelta a ese país.
La semana pasada, Trump descartó que su gobierno vaya a imponer una Tasa de Ajuste Fronterizo (BAT) que no permita deducir el costo de las importaciones y sí el de las exportaciones, y en lugar de ello anunció que otorgará créditos para incentivar las exportaciones.
“He oído (a Trump) específicamente decir: si las empresas quieren mover sus empleos, vamos a establecer específicamente un arancel sobre ellos”, mencionó Steven Mnuchin, en una audiencia en el Senado para ratificarlo como Secretario del Tesoro. “Creo que es algo que hay que mirar, y no creo que sea un plan que entre en acción”, agregó.
Desde su campaña a la fecha, Trump ha dicho que elevaría los aranceles a las importaciones, luego que aplicaría un impuesto fronterizo (no se ha definido si estaría vinculado al IVA o al ISR) y posteriormente expresó que esta última medida era complicada de instrumentar, por lo que se inclinaría por dar incentivos a las exportaciones.
Este lunes volvió a ser confuso en su planteamiento: “Alguien diría: ‘Oh, Trump va a fijar impuestos’. No voy a gravar, no hay impuestos, ninguno en absoluto (…) Sólo quiero decirte: Todo lo que tienes que hacer es quedarte, no te vayas, no despidas a tu gente en los Estados Unidos, tenemos a las mejores personas”.
La semana pasada, Wilbur Ross, nominado a ser secretario de Comercio estadounidense, declaró que las amenazas de Trump de poner un impuesto de 35% a la importación han impactado a las economías de México y Canadá en forma negativa, favoreciendo a Estados Unidos ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En la misma reunión con directores generales, Trump criticó a los países extranjeros por erigir barreras a las exportaciones estadounidenses y no participar en el “libre comercio”.
Mnuchin opinó también en el Senado que China no está manipulando actualmente su moneda, una posición contraria a la promesa de la campaña de Trump de que, en su primer día como presidente, se dirigiría a su Secretario del Tesoro para etiquetar a China como un manipulador de moneda.
El lunes el dólar se depreció, según analistas, como consecuencia de una decepción de los participantes del mercado con respecto a que no cuentan con información clara sobre la estrategia económica que implementará Trump durante los próximos cuatro años.