La Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) ha informado que México es el país con mayor obesidad en el mundo.
Ya México supera en ese indicador a los Estados Unidos, debido a que uno de cada tres mexicanos sufre de sobrepeso a causa de mala alimentación, generando con ello el incremento de enfermedades cardiovasculares y diabetes, entre otras.
Tanto los defensores de la salud, como la política y las campañas del Gobierno Federal de México para contrarrestar la obesidad, el sobrepeso y otros problemas de salud pública multifactoriales, han estado alentando durante los últimos años a las personas a reducir el consumo de ciertos tipos de bebidas, incluyendo bebidas carbonatadas y no carbonatadas, endulzadas con azúcar y/o con jarabe de maíz de alta fructuosa.
Obesidad
A nivel local, en agosto de 2020, el gobierno del estado de Oaxaca reformó la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca para prohibir la distribución, donación, regalo, venta y suministro de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico a menores de edad, quedando exentos de dichas prohibiciones los padres o tutores de dichos menores.
También, de acuerdo con Organización Cultiba, el gobierno del Estado de Tabasco reformó en agosto de 2020 la Ley de Salud del Estado de Tabasco, la Ley de Educación del Estado de Tabasco y la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Tabasco, para prohibir la distribución, donación, regalo, venta y suministro de ciertos productos, incluyendo bebidas carbonatadas azucaradas preenvasadas a menores de edad.
En esta última regulación quedaron exentos de esas prohibiciones los padres o tutores de dichos menores, y en general, la venta o instalación de máquinas expendedoras para la venta de esos productos en escuelas públicas y privadas, hospitales públicos y privados y centros de salud, además de imponer un incremento de 25% a la tarifa de pago de derechos para la publicidad de esos productos, y prohibir la colocación de publicidad a cierta distancia de las escuelas, hospitales y centros de salud.
Por otra parte, el estado de Colima se suma a los estados de Oaxaca y Tabasco, que han prohibido la venta, distribución y promoción de productos y comida con alto contenido calórico a menores de edad, aunado al hecho de que estados como Querétaro, Chihuahua, Nuevo León y Coahuila discuten en sus Congresos locales iniciativas en el mismo sentido.
Además, la Secretaría de Salud del gobierno federal ha solicitado al Congreso de la Unión legislar en materia de alimentación adecuada, con la finalidad de regular la venta de comida y bebidas de alto contenido calórico a menores de edad.