La industria alimentaria de México rompió récord en sus exportaciones al mundo, al alcanzar 3,753 millones de dólares en el primer trimestre de 2022.
El monto supone un crecimiento de 35% interanual.
Entre otras industrias, abarca producción de azúcar, chocolate, tortillas, carne, leche, frutas, jugos, verduras, alimentos para perros y gatos, harina, malta, artículos de confitería, queso, pan, productos marinos procesados y botanas, entre otros.
En México, dada la importancia de las cadenas de valor regionales y de la proximidad geográfica a Estados Unidos, la dispersión intrasectorial se corresponde, en gran medida, con la dispersión interestatal, indica el Banco Mundial.
Por ejemplo, en el sector agrícola, el norte y el centro del país albergan modernos sistemas agroalimentarios, muchos de los cuales son líderes mundiales en términos de escala, nivel de sofisticación tecnológica, productividad, integración en los mercados y valor añadido.
Industria alimentaria
Las exportaciones agrícolas y agroalimentarias han sido una fuente muy importante de crecimiento en México, como resultado de la expansión de las exportaciones y el aumento de la producción comercial nacional (granos y semillas oleaginosas).
El principal socio comercial agrícola de México es Estados Unidos, que concentra gran parte de las exportaciones agrícolas.
Debido a su diversidad geográfica, clima variado, ubicación geográfica estratégica y disponibilidad de mano de obra, México es altamente competitivo en la producción de frutas y verduras y se ha convertido en el mayor exportador de cerveza a nivel mundial.
A pesar de sus ventajas competitivas, el Banco Mundial refiere que varios impedimentos limitan el crecimiento del sector empresarial agrícola y agroalimentario. Una de las principales limitaciones estructurales es el problema de la fragmentación de la tierra.
Las diferencias geográficas en materia de infraestructuras, por ejemplo entre los estados del norte y del sur, limitan el acceso a los mercados y reducen la competitividad.
La agricultura es muy vulnerable a los fenómenos meteorológicos extremos, como la escasez de agua en el norte o las tormentas tropicales en el sur del país, que pueden causar grandes daños a la producción agrícola y ganadera.
Desde el ángulo del Banco Mundial, superar este conjunto de retos es fundamental dada la importancia del sector para la inclusión productiva del país.
Por la pandemia de Covid-19, la industria alimentaria de México registró una caída interanual de 14.2% en sus exportaciones en el tercer trimestre de 2020, a 2,672 millones de dólares.
Sin embargo, la fortaleza de las exportaciones de la industria alimentaria mexicana se palpa al ver en retrospectiva: hace una década, en el primer trimestre de 2012 estas ventas externas sumaron sólo 1,681 millones de dólares.