El gobierno de México manifestó sentirse decepcionado por la posición que tomó la empresa General Electric (GE) a favor del Impuesto de Ajuste Fronterizo (BAT) sugerido por el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Estamos desilusionados porque ellos están empujando este impuesto; es contrario al interés de una compañía global como los es General Electric”, dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
México fue el primer país en América Latina donde GE estableció operaciones. La empresa comenzó sus actividades en el país en 1896 y estableció su primera fábrica en 1929.
Hoy día, GE cuenta con poco más de 11,000 empleados en México. Sus principales operaciones se concentran en 17 plantas de manufactura, cinco centros de servicio, un Centro Global de Operaciones y un Centro de Ingeniería Avanzada, con 2,000 ingenieros mexicanos.
“Estamos muy enojados”, dijo Guajardo, respecto a la posición de GE sobre el BAT.
Con excepción de los Estados Unidos, México es el país con más establecimientos industriales de GE en el mundo.
Internamente en Estados Unidos, el BAT originó un debate, con empresas a su favor como Boeing, General Electric, Pfizer, Honeywell, Caterpillar, Oracle, Eli Lilly y Dow Chemical, mientras que en contra estuvieron firmas como Nike, Walmart, Target, Toyota, AutoZone, GAP, JCPenney y Best Buy.
El 26 de enero, el gobierno de Estados Unidos informó que una de las propuestas que considera instrumentar es el establecimiento de un BAT de 20% a las importaciones originarias exclusivamente de los países con los que tiene déficits comerciales.
Trump ha enfocado sus mensajes relacionados con el déficit comercial de Estados Unidos a México, aun cuando la economía estadounidense registra saldos negativos mayores con China, Japón y Alemania, tres potencias económicas ubicadas en otros continentes.
En 2016, Estados Unidos registró su mayor déficit en el comercio de mercancías con China, por 347,038 millones de dólares, seguido por Japón (68,938 millones), Alemania (64,865 millones) y México (63,192 millones), de acuerdo con datos del Departamento de Comercio estadounidense.
El BAT fue diseñado por el presidente de la Cámara baja de Estados Unidos, Paul Ryan, y tras anunciarlo, analistas, empresas y gobiernos lo analizan ante la posibilidad de que sea violatorio de las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Desde su campaña a la fecha, Trump ha variado sus amenazas en esta materia: primero dijo que impondría un arancel de 35% (no lo permiten en ese nivel las reglas de la OMC), luego planteó que fijaría un “impuesto fronterizo” y posteriormente sostuvo que aplicaría “créditos” a la exportación.