La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por su sigla en inglés) prevé que el déficit comercial de Estados Unidos se reduzca de 4.3% del PIB a principios de 2022 a 2.8% del PIB a principios de 2026.
Ese indicador era de 2.8% del PIB en 2019.
El menor déficit presupuestal proyectado se explica por el crecimiento de las exportaciones, impulsado por el mayor comercio de servicios.
Tras permanecer prácticamente estable durante 2021, el déficit comercial de Estados Unidos aumentará en 2022 antes de reducirse entre 2023 y 2026, según los pronósticos de la CBO.
En 2022, el mayor déficit comercial previsto se debe al fuerte crecimiento de las importaciones. Ese aumento del déficit comercial se invertirá, según las proyecciones de la CBO, a partir de principios de 2023, ya que las exportaciones aumentarán 6.0% (a una tasa anualizada), pero las importaciones sólo aumentarán 1.6% durante ese año.
La CBO espera que el crecimiento de las exportaciones supere al de las importaciones porque se prevé que las condiciones económicas de los principales socios comerciales de Estados Unidos sean más fuertes que las de Estados Unidos, y porque la agencia espera que continúe la recuperación del comercio de servicios (un sector en el que Estados Unidos tiene un superávit comercial).
Déficit comercial
También la CBO proyecta que los problemas con las cadenas de suministro que impidieron los flujos comerciales de Estados Unidos en 2021 alcanzaron su punto máximo a finales de ese año y seguirán disminuyendo en 2022.
En 2021, la fuerte demanda mundial de bienes tensó las cadenas de suministro internacionales, lo que provocó retrasos en las entregas y escasez de algunos productos importados y dificultó el montaje y la entrega de algunas exportaciones estadounidenses.
Estas interrupciones incluyeron la escasez de semiconductores (componentes clave en los automóviles y la electrónica de consumo) y de contenedores de transporte, los atascos en los principales puertos estadounidenses y la escasez de mano de obra en el sector del transporte.
Además, estos hechos provocaron un aumento de los precios de las importaciones y las exportaciones; los índices de precios de los bienes importados y de los bienes exportados aumentaron 11 y 17%, respectivamente, en 2021.
La CBO espera que estas presiones sobre las cadenas de suministro mundiales se reduzcan el próximo año, a medida que la demanda de los consumidores continúe desplazándose hacia los servicios y se aleje de las mercancías, y que la escasez de mano de obra en el sector del transporte estadounidense comience a remitir.