La Casa Blanca describió puntos destacados de la competencia por el poder económico entre Estados Unidos y China en el Indo-Pacífico y el mundo.
Sobre esto, destacó las siguientes condiciones en su Estrategia de Seguridad Nacional.
- La República Popular de China (RPC) es el único competidor de Estados Unidos que tiene la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo.
- Pekín tiene la ambición de crear una mayor esfera de influencia en el Indo-Pacífico y convertirse en la primera potencia mundial.
- La RPC utiliza su capacidad tecnológica y su creciente influencia en las instituciones internacionales para crear condiciones más permisivas para su propio modelo autoritario, y para moldear el uso de la tecnología y las normas mundiales para privilegiar sus intereses y valores.
- Pekín utiliza con frecuencia su poder económico para coaccionar a los países.
- La RPC se beneficia de la apertura de la economía internacional a la vez que limita el acceso a su mercado interno, y busca que el mundo sea más dependiente de la RPC a la vez que reduce su propia dependencia del mundo.
- También la RPC está invirtiendo en un ejército que se está modernizando rápidamente, cada vez más capaz en el Indo-Pacífico, y que está creciendo en fuerza y alcance a nivel mundial, todo ello mientras trata de erosionar las alianzas de Estados Unidos en la región y en todo el mundo.
- Al mismo tiempo, la República Popular China es fundamental para la economía mundial y tiene un impacto significativo en los desafíos compartidos, en particular el cambio climático y la salud pública mundial.
- Es posible que Estados Unidos y la RPC coexistan pacíficamente, y que compartan y contribuyan juntos al progreso humano.
Poder económico
Ahora bien, la estrategia de Estados Unidos con respecto a la RPC es triple:
- Invertir en los fundamentos de su fuerza en el país –su competitividad, su innovación, su resistencia, su democracia.
- Alinear los esfuerzos con la red de aliados y socios de Estados Unidos, actuando con un propósito y una causa comunes.
- Competir responsablemente con la RPC para defender sus intereses y construir su visión de futuro.
En la competición con la RPC, como en otros ámbitos, está claro que los próximos 10 años serán la década decisiva.
Al final, la Casa Blanca indica que aunque Estados Unidos tiene profundas diferencias con el Partido Comunista y el gobierno chinos, esas diferencias son entre gobiernos y sistemas, no entre sus pueblos.
