Las exportaciones de alimentos, bebidas y tabaco de América Latina han sido las más dinámicas entre todos los sectores manufactureros en los últimos 20 años.
Su valor se multiplicó casi por cinco y el superávit regional se multiplicó por siete, de acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
América del Sur es ampliamente superavitaria, Centroamérica se ubica en una posición cercana al equilibrio y el Caribe es deficitario.
Brasil, México y Argentina representan en conjunto dos tercios de las exportaciones regionales.
En 2021, esos países ocuparon los puestos nueve, 16 y 23, respectivamente, entre los principales exportadores mundiales del sector.
Las exportaciones de alimentos son bastante diversificadas en cuanto a sus destinos.
Exportaciones de alimentos
Al igual que en otros sectores, los Estados Unidos y la propia región son los principales destinos, pero también tienen participaciones relevantes China, los otros países de Asia y la Unión Europea.
Las crecientes tensiones geopolíticas, los avances tecnológicos vinculados con la cuarta revolución industrial y la necesidad de reducir la huella de carbono del transporte de carga parecen converger hacia un escenario de acortamiento o regionalización de las redes internacionales de producción, en el que las empresas multinacionales buscan reducir su exposición a perturbaciones del suministro y acercarse a sus principales mercados de consumo.
Desde la perspectiva de la Cepal, ese escenario ofrece atractivas oportunidades a la región, especialmente asociadas a la llegada de empresas manufactureras interesadas en acercarse al mercado estadounidense.
Dada la importancia de la cercanía geográfica en dicha estrategia, las oportunidades asociadas a eventuales procesos de deslocalización cercana (nearshoring) parecen concentrarse en países como México, Costa Rica y la República Dominicana, que además poseen acuerdos de libre comercio con los Estados Unidos.
Particularmente en América del Sur, el futuro del sector manufacturero exportador está ligado a la revitalización del comercio intrarregional.
Para ello se requiere generar un mercado amplio y estable, que combine una escala eficiente con la minimización de los costos de transacción asociados a la integración productiva transfronteriza.
A su vez, la Cepal considera que ello demanda iniciativas de integración que trasciendan los acuerdos existentes y avancen hacia la convergencia entre las distintas agrupaciones subregionales.
Fuera del ámbito arancelario, la agenda de convergencia incluye varios temas de gran importancia, como el uso estratégico de los sistemas nacionales de compras públicas, la armonización regulatoria y el establecimiento de acuerdos regionales de facilitación del comercio.