El Índice Nacional de Precios Productor (INPP) de producción total en México, excluyendo petróleo, bajó de 8.75% en el tercer trimestre de 2022 a 6.10% en el cuarto, considerando su variación anual promedio, de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
Luego se ubicó en 5.65% en enero de 2023.
En el interior de este indicador, la variación anual promedio del componente de mercancías y servicios finales disminuyó entre los trimestres mencionados, al pasar de 8.27 a 6.32%, situándose en 5.93% en el primer mes de 2023.
En lo que se refiere al subíndice de mercancías y servicios de exportación, su cambio porcentual anual promedio bajó de 5.37 a 2.09% en los trimestres referidos, descendiendo a 1.52% en enero de 2023.
El subíndice de precios de bienes y servicios intermedios mostró una baja en su variación anual promedio, al pasar de 9.97 a 5.54% durante el mismo periodo trimestral, ubicándose en 4.92% en enero.
En contraste, la variación anual del subíndice de precios al productor de bienes finales para consumo interno aumentó entre los trimestres mencionados.
Este pasó de 11.95 a 12.36%, al tiempo que en enero se ubicó en 11.88%, exhibiendo un incipiente cambio de tendencia a la baja. Este subíndice es de particular relevancia pues es el que tiene un mayor poder predictivo sobre la evolución de los precios de las mercancías al consumidor, incluidas en el subíndice subyacente.
Índice Nacional de Precios Productor
Entre el tercer y el cuarto trimestre de 2022, la inflación subyacente anual pasó de 7.99 a 8.43%. En diciembre de 2022, al situarse en 8.35%, exhibió una reducción después de haber presentado una trayectoria al alza por 24 meses consecutivos.
Sin embargo, en enero de 2023, este indicador aumentó a 8.45%, mostrando mayores presiones a las anticipadas y en la primera quincena de febrero registró 8.38%. De este modo, todavía se ubica en niveles elevados y no muestra una tendencia a la baja. En su interior, la inflación de las mercancías y la de los servicios se mantuvieron altas durante el cuarto trimestre de 2022.
Ello como resultado de los mayores costos de producción asociados con el encarecimiento de diversos insumos acumulados desde el inicio de la pandemia.
De esta forma, la inflación subyacente ha seguido presionada al alza.
La tendencia de las variaciones mensuales ajustadas por estacionalidad y anualizadas del índice subyacente todavía se situó por arriba del límite superior del intervalo definido de una distancia de 1.65 desviaciones estándar respecto de su media.
Así, siguió ubicándose en niveles históricamente elevados.
Asimismo, si bien el Indicador de Media Truncada para la inflación subyacente presentó cierta estabilización en el trimestre de referencia y en lo que va de 2023, continuó registrando niveles altos. Ello sugiere que las presiones continúan siendo generalizadas.
Por su parte, la proporción de su canasta con variaciones de precios ajustadas por estacionalidad y anualizadas con magnitudes altas sigue siendo todavía considerable, aunque aquellas con variaciones de precios mayores a 10% se han venido reduciendo desde el cuarto trimestre de 2022.