Tras obtener muy buenos resultados en 2021 y 2022 (debido a las elevadas tarifas de flete y al repunte de la demanda de mercancías tras los cierres patronales), se prevé que las navieras vean disminuir sus ingresos en 2023, proyectó la aseguradora de crédito francesa Coface.

Los elevados costes de la energía y la ralentización de la actividad económica, reducirán la demanda de mercancías y, por tanto, la demanda de fletes.

Esto afectará a todos los tipos de transporte (por carretera, ferrocarril, aéreo y marítimo).

Además, según la Coface, los altos costes energéticos tendrán un efecto sobre los márgenes de las empresas del sector: al aumentar los costes de producción y, a largo plazo, los precios de los vehículos nuevos, ya que los fabricantes se ven obligados a repercutir en los precios parte del aumento de los costes de producción.

Navieras

Por otro lado, la empresa ZIM Integrated Shipping Services Ltd. considera que la demanda mundial de transporte marítimo de contenedores es muy volátil en todas las regiones y sigue estando sujeta a riesgos a la baja.

Sobre todo, estos riesgos se derivan de factores como la reducción del consumo, el aumento de los tipos de interés, los cierres ordenados por el gobierno y otras restricciones de la pandemia de Covid-19 que aún persistían durante 2022 (sobre todo en China), los graves golpes al crecimiento del PIB de los países avanzados y en desarrollo, la fragilidad fiscal en las economías avanzadas, los altos niveles de deuda soberana, las políticas macroeconómicas altamente acomodaticias y las persistentes dificultades de acceso al crédito.

Según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) de enero de 2023, se espera que el crecimiento mundial caiga hasta 2.9% en 2023, frente a 3.4% de 2022, pero que aumente hasta 3.1% en 2024.

Transporte

En línea con las previsiones de Coface, el tráfico aéreo de pasajeros se ha recuperado en la mayoría de las regiones tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad, pero no ha alcanzado los niveles anteriores a la pandemia.

El número de vuelos comerciales en 2022 aumentó, pero se mantuvo 10% por debajo de los niveles de 2019.

Los fabricantes de aviones Airbus y Boeing se han beneficiado de un fuerte repunte de los pedidos durante la recuperación.

Sin embargo, se espera que la desaceleración económica mundial y los altos costes de la energía reduzcan el número de pedidos en 2023.

A más largo plazo, la Coface espera que el sector siga beneficiándose de la necesidad de movilidad, la emergencia de las clases medias en India y China y la reducción de costes debida a los avances técnicos, sobre todo en los segmentos aéreo y marítimo.

Las preocupaciones medioambientales y las medidas de lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero o contaminantes podrían penalizar al sector, responsable del 23% de las emisiones de CO2.

Sin embargo, estas preocupaciones podrían ser un revulsivo para los fabricantes de vehículos, ya que las empresas de transporte se ven obligadas a renovar sus flotas.