La industria aeroespacial mexicana tiene cinco polos principales, ubicados en los estados de Baja California (Tijuana-Mexicali), Sonora, Chihuahua, Querétaro y Nuevo León.

En particular, Baja California es el estado más grande, albergando más de 125 empresas aeroespaciales que antes de la pandemia generaban más de 37,000 empleos directos.

Simultáneamente, otros estados mexicanos están avanzando para consolidarse en el mercado de esta industria. Ejemplos de ello son el clúster Bajío Aero, en León, Guanajuato, y el Clúster Aeroespacial de Sinaloa, en Mazatlán.

Según información del Departamento de Comercio de Estados Unidos, la industria aeroespacial está presente en 20 de los 32 estados de México.

Datos de la organización FEMIA muestran que el sector aeroespacial mexicano pasó de 100 empresas y organizaciones manufactureras en 2004 a 368 a mediados de 2022.

Hoy en día, estas empresas incluyen principalmente fabricantes, instalaciones de mantenimiento-reparación-revisión (MRO), escuelas técnicas, centros de investigación, universidades y proveedores de servicios relacionados.

En términos generales, 76% de las empresas son fabricantes, 11% se dedican al diseño y la ingeniería y 12% a los servicios de mantenimiento, reparación y revisión.

FEMIA estimó que en 2019 la inversión extranjera directa por país de origen fue 48% de Estados Unidos y 36% de Canadá.

Industria aeroespacial mexicana

Estos parques evolucionaron hasta convertirse en agrupaciones aeroespaciales diversificadas.

Entre las empresas con presencia a largo plazo figuran Collins Aerospace (1969, antes Rockwell Collins y ahora parte de Raytheon Technologies Corp), Safran Group (1991), Labinal (1996, ahora parte de Safran) y Beechcraft (2007, que forma parte de Textron).