Los flujos mundiales de IED registraron un crecimiento de 3.1% interanual en 2022, al totalizar 2 billones 068,000 millones de dólares, indicó la consultoría Kearney.
Aunque los flujos de Inversión Extranjera Directa no están directamente sujetos a los mismos tipos de perturbaciones físicas que el comercio internacional (es decir, la capacidad de realizar transacciones financieras no se ve afectada por cuestiones como el cierre de puertos o la distancia física), responden de manera similar a los cambios en las condiciones económicas mundiales.
Una elevada incertidumbre sobre las condiciones económicas mundiales y los cambios en el entorno de la política económica pueden reducir o invertir los flujos de inversión.
Asimismo, de acuerdo con la Presidencia de Estados Unidos, las empresas pueden decidir retrasar o suspender las decisiones de inversión cuando la incertidumbre es elevada y cuando a los inversores les resulta difícil determinar cuándo es probable que las condiciones se normalicen.
Tras los fuertes flujos del primer trimestre de 2022, la elevada inflación mundial y el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, así como los efectos agravantes de la invasión rusa de Ucrania, provocaron que particulares, empresas y gobiernos moderaran los flujos mundiales de IED en 2022.
Flujos mundiales de IED
Después de tres años de turbulencias asociadas a las perturbaciones de la pandemia de Covid-19, las dificultades económicas y las tensiones geopolíticas en Europa del Este, la encuesta de Kearney se realizó en un momento comparativamente estable.
En enero, las perspectivas económicas para 2023 no eran en absoluto sólidas -se preveía un crecimiento de la producción mundial inferior a 2%-, pero aún había motivos para un cauto optimismo.
Después meses de proyecciones económicas que apuntaban a una recesión (potencialmente grave), la actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional publicada en enero afirmaba que la recesión mundial ya no figuraba en sus previsiones.
Y, según Oxford Economics, las entradas mundiales de IED en 2022 aumentaron ligeramente desde los 2.07 billones de dólares estimados para 2021, hasta alcanzar los 2.13 billones de dólares.
Para tomar en cuenta: la encuesta anual de Kearney, el Índice de Confianza de la IED, califica a las naciones de acuerdo con la confianza que tienen los inversores en su capacidad para atraer inversión extranjera directa.
Desde su publicación inicial en 1998, el índice ha crecido hasta convertirse en uno de los indicadores más conocidos del atractivo de la IED. El índice se basa en una encuesta de ejecutivos corporativos multinacionales, a quienes se les pidió que evaluaran a las naciones según varios aspectos de su atractivo para la inversión extranjera directa.