El crecimiento de la economía alemana desde 1991 se ha visto impulsado en gran medida por el aumento de la productividad, ya que el PIB ajustado a los precios por empleado ha aumentado 25.4% desde 1991, de acuerdo con el banco KfW.
Para calcular el PIB ajustado a los precios, la Oficina Federal de Estadística (Statistisches Bundesamt) utiliza un índice encadenado basado en los precios del año anterior.
En 2022, el PIB per cápita a precios corrientes fue de 46,149 euros, mientras que el PIB por persona empleada a precios corrientes fue de 84,860 euros.
La economía alemana es una de las mayores del mundo, con un PIB anual de 3,867.05 billones de euros en 2022.
Tras un descenso inducido por la pandemia de 3.7% en 2020, el PIB ajustado a los precios aumentó 2.6% en 2021 y 1.8% en 2022.
De este modo, la economía alemana consiguió recuperarse del fuerte descenso experimentado durante el primer año de la pandemia y el PIB ajustado a los precios en 2022 fue 0.6% superior al de 2019, el año anterior al inicio de la pandemia Covid-19.
En comparación con el nivel de 1991, que representa el primer año completo tras la reunificación alemana el 3 de octubre de 1990, el PIB ajustado a los precios aumentó 47.0 por ciento.
Economía alemana
Como en muchas economías avanzadas, el sector servicios de la República Federal se ha convertido en el mayor contribuyente al PIB (en términos de valor añadido bruto).
En 2022, los servicios representaban 69.3% del valor añadido bruto, medido a precios corrientes, frente a 61.9% en 1991.
Los dos subsectores más importantes son los de “comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida”, que representarán 17.0% en 2022, frente a 16.1% en 1991, y los de “servicios públicos, educación, sanidad”, que representarán 18.8% del valor añadido bruto en 2022, frente a 15.9% en 1991.
El sector de la producción (excluida la construcción) generó el 23.5% del valor añadido bruto, frente a 30.8% en 1991.
La construcción contribuyó en 6% al valor añadido bruto en 2022, frente a 6% en 1991, y la agricultura, silvicultura y pesca representaron 1.2% del valor añadido bruto en 2022, frente a 1.2% en 1991.
En 2022, el gasto en consumo final privado totalizó 51.2% del PIB a precios corrientes, la formación bruta de capital ascendió a 24.8% y el gasto en consumo final público igualó 21.9 por ciento.
Las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios representaron el 50.3 y 48,3% del PIB a precios corrientes, respectivamente.
El superávit comercial de Alemania ha disminuido sustancialmente debido al deterioro de la relación de intercambio como consecuencia de la invasión de Ucrania por Rusia.
En 2022, la balanza comercial (según la contabilidad nacional) arrojó un superávit equivalente a 2.1% del PIB (2021: 5.3% del PIB).
