Los teléfonos están por todos lados y su ciclo de vida es corto. Pueden funcionar como un punto de entrada a Internet o un ordenador portátil. Pueden usarse como una lámpara, una televisión o una calculadora, o bien para el comercio electrónico o para una clase virtual. No hay duda de que son útiles. Pero, para quienes son artículos costosos, hay la opción de celulares a pagos diferidos.

Al respecto, a fin de situar las distintas opciones de financiamiento, se debe tomar en cuenta las cuestiones particulares de cada caso y analizar distintos factores a considerar para elegir la mejor opción.

Una primera forma de obtener un crédito es a través de las compañías de telefonía móvil. Si bien pueden ofrecer pagos a plazos sin intereses, estas empresas obligan a comprar el equipo junto con un contrato de sus servicios, que puede ser de uno, dos o más años, además de que pueden aplicar cuotas de actualización.

Por ejemplo, la empresa América Móvil registró ventas de equipos, entre ellos teléfonos inteligentes, por un valor de 6,774 millones de dólares en 2022. Su filial Telcel ofrece servicios y contenidos como video, música, juegos y otras aplicaciones, lo mismo que servicios de seguridad inalámbrica, soluciones de pago móvil, servicios de máquina a máquina, banca móvil, videollamadas y servicios de comunicación personal (PCS).

Un segundo método es el llamado “compre hoy, pague mañana” (BNPL, por su sigla en inglés), en el que a través de una plataforma los consumidores pueden pagar, a lo largo del tiempo fraccionando, el precio de compra sin pagar comisiones (si los pagos se realizan a tiempo).

Crédito

Por lo general, la empresa de servicios BNPL paga al vendedor el valor total del pedido por adelantado, menos los impuestos, si procede, y una comisión comercial, que consiste en tarifas fijas y variables según lo contratado con los vendedores. La empresa también incurre en otros costos, como las comisiones pagadas a terceros asociados y los gastos de procesamiento para completar la transacción de compra de teléfono del consumidor.

Además, asume el riesgo de impago por parte de los consumidores. Un caso de este tipo de empresas es Affirm, que financia la compra diversos productos, entre ellos los teléfonos inteligentes.

Una tercera posibilidad es realizar las compras directamente con las empresas que diseñan y producen los teléfonos, como Samsung, Apple o Motorola, por ejemplo.

Apple distribuye sus productos y algunos de sus servicios a través de operadores de redes celulares, mayoristas, minoristas y revendedores.

Crédito para adquirir un celular

Algunos operadores que prestan servicios de red celular para los productos de Apple ofrecen financiación, planes de pago a plazos o subvenciones por la compra del dispositivo por parte de los usuarios.

Otras posibilidades, si el comprador no es sujeto a crédito, es formar parte de un plan familiar. Esto es, si un miembro de la familia tiene un plan de este tipo ya operando, unirse al mismo es viable, siempre que exista un verdadero compromiso de pago informal.

Una opción parecida consiste en utilizar a un avalista (cosignatario), a través del cual una persona con una calificación mala para crédito puede financiarse un teléfono.

Una de forma adicional es conseguir un teléfono móvil con un plan de prepago, lo que obliga a pagar un determinado monto por adelantado antes de utilizar cualquier servicio.

Por último, se puede comprar un teléfono con financiamiento en un supermercado o una tienda departamental, como Sam’s Club o El Palacio de Hierro, pero para ello se requiere una tarjeta de crédito. Lo mismo puede aplicarse para teléfonos usados, en tiendas de empeño y a través de una tarjeta de crédito, en algunos casos.