El Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por su sigla en inglés) regula la posibilidad de que alguno de sus integrantes firmen un tratado de libre comercio (TLC) con naciones que no tengan una economía de libre mercado, como es el caso de China.
“La entrada de cualquiera de las Partes en un acuerdo de libre comercio con un país que no sea de mercado, permitirá a las otras Partes rescindir este Acuerdo (USMCA) con un preaviso de seis meses y reemplazarlo con un acuerdo entre ellos (acuerdo bilateral).
“El acuerdo bilateral comprenderá todas las disposiciones de este Acuerdo, excepto aquellas que las Partes pertinentes decidan que no son aplicables entre ellas”, dice el USMCA, en el apartado 10 del Capítulo 32.
En diciembre pasado, Estados Unidos comunicó formalmente a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se opone conceder a China el estatus de “economía de mercado”.
En respuesta, el Ministerio de Comercio de China expresó entonces su descontento: “China está fuertemente insatisfecha y se opone firmemente al rechazo de Estados Unidos a otorgarle a China estatus de economía de mercado en la OMC”.
La condición de economía de mercado implica utilizar contra China otra metodología para determinar las cuotas compensatorias por dumping o subsidios, las cuales tenderían con ello a ser más bajas.
TLC y China
China sostiene que sus documentos de adhesión a la OMC acarrean la adquisición automática de la condición de economía de mercado a partir del 11 de diciembre pasado. Sin embargo, para muchos otros miembros de la OMC, el texto en cuestión puede estar sujeto a otras interpretaciones.
Con su determinación, Estados Unidos se alía con la Unión Europea (UE) al rechazar el otorgamiento a China.
El gobierno del presidente Donald Trump quiere que otras grandes economías se unen para responder a la lentitud con que China adopta los principios de mercado.
Algunos Gobiernos consideran competencia desleal incluir una situación en la que los precios no están determinados por las fuerzas del mercado o en la que la intervención del Estado crea una ventaja comparativa artificial o injusta para sus exportaciones.