México y Estados Unidos acordaron realizar un próxima reunión ministerial para continuar con las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), informó la Secretaría de Economía en un comunicado de prensa.
Los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Economía, Ildefonso Guajardo, acompañados por Jesús Seade, designado como Jefe Negociador del TLCAN por parte del equipo de Andrés Manuel López Obrador, concluyeron este viernes su vista de trabajo en Washington D. C., en donde se reunieron con funcionarios del gobierno de los Estados Unidos, encabezados por el representante Comercial Robert Lighthizer, a fin de proseguir el proceso de negociación del TLCAN.
“Los equipos de ambos países continuarán trabajando durante los siguientes días en preparación de la reunión ministerial a celebrarse próximamente”, dijo la dependencia.
Los negociadores del TLCAN cerraron en mayo pasado los capítulos de Competitividad y Obstáculos técnicos al comercio. La Secretaría de Economía informó en aquel mes que dos nuevos capítulos se habían concluido, sin precisar cuáles, para llegar a un cierre de nueve de los 30 por negociar.
Los otros siete son: Telecomunicaciones, Pymes, Competencia, Anticorrupción, Buenas prácticas regulatorias, Transparencia y Medidas sanitarias y fitosanitarias.
Para que la actual administración del presidente Enrique Peña Nieto sea la que suscriba el nuevo TLCAN, la conclusión de las negociaciones no puede ser posterior a finales de agosto, pues las leyes estadounidenses exigen esperar 90 días desde el cierre del diálogo hasta la firma, que tendría lugar en los últimos días de noviembre.
Estados Unidos tiene elecciones intermedias en noviembre, por lo que Trump requiere apurar el proceso negociador si desea que un TLCAN 2.0 sea presentado antes como una promesa de campaña cumplida. Su otra oferta fue sacar a Estados Unidos de ese acuerdo comercial.
Desde la perspectiva del gobierno de México, Estados Unidos ha planteado propuestas radicales como la cláusula del sunset, con la cual se terminaría automáticamente el acuerdo comercial cada quinquenio, a menos que los tres países acordaran antes renovarlo; reformas en la metodología para fijar cuotas compensatorias por dumping o subsidios en productos agrícolas; reglas de origen en el sector automotriz con contenido estadounidense, y cambios en los mecanismos de resolución de controversias.