La producción de minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo, creció 1.7% en México en el 2015, acumulando seis años de incrementos interanuales consecutivos en términos reales, informó el INEGI.

Esta alza ocurrió al tiempo que se ha mantenido un desplome de los precios de las materias primas en el mundo, provocado en parte por una disminución del apetito de China y un aumento de la producción global. Esto ha causado, a su vez, estragos en los grupos mineros y sus inversionistas en el último año.

En contraste, los servicios relacionados con la minería en México registraron una caída de 19.3% en el 2015, frente al año anterior, tras reportar tres tasas positivas anuales seguidas.

Con este cruce de tendencias, la producción de minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo, sumó 543,649 millones de pesos en el año pasado; mientras que la producción de los servicios relacionados con la minería tuvo un valor de 257,112 millones de pesos, a precios de 2008.

Globalmente, la reacción de las empresas ha sido tratar de resguardar sus finanzas y reducir la deuda en la que incurrieron durante los años del auge.

En México operan varias de las minas más destacadas a nivel mundial: Fresnillo, en Zacatecas, las más rica y grande de plata; Las Cuevas, en San Luis Potosí, la mayor de fluorita; Cananea, la primera privada en reservas de cobre, y Guerrero Negro, la salina de mayor tamaño.

La Secretaría de Hacienda cobra desde 2014 una nueva regalía de 7.5% sobre el flujo de operación de las empresas mineras y un nuevo derecho de 0.5% sobre sus ingresos de oro, plata y platino. Además, eliminó las deducciones fiscales de los gastos de exploración.