La iluminación urbana inteligente, incluido el alumbrado público, a menudo se ha considerado la solución para iniciar la evolución a una ciudad inteligente, destaca un informe publicado por el Parlamento Europeo.
Al combinar un alumbrado público mejorado y eficiente a través de la supervisión y el control remotos, las lámparas (farolas) son un objeto ideal para equipar con dispositivos de IoT que pueden recopilar, comunicar y analizar localmente datos sobre el tráfico y los flujos de peatones, factores ambientales como la calidad del aire, la temperatura, la velocidad del viento y humedad y datos acústicos, por ejemplo para la detección de disparos, ruido urbano, etc.
En general, el alumbrado público consiste en la iluminación de las vías públicas, parques públicos y demás espacios de libre circulación que no se encuentren a cargo de ninguna persona natural o jurídica de derecho privado o público, con el objetivo de proporcionar la visibilidad adecuada para el normal desarrollo de las actividades.
Las ciudades inteligentes utilizan tecnología innovadora para respaldar y transformar redes y servicios convencionales.
Según el informe, las ciudades de la Unión Europea están equipadas con un total de hasta 90 millones de lámparas, lo que representa de 20 a 50% de la factura energética de una ciudad.
Alrededor de 75% de estas lámparas tienen más de 25 años y requieren innovación.
Además de estas lámparas, las ciudades contienen varios otros tipos de iluminación en espacios públicos como parques y playas.
Alumbrado público
Con este fin, en la Unión Europea, la iniciativa Humble Lamppost EC está apoyando a las ciudades hacia 10 millones de lámparas inteligentes para 2025.
Entre otras urbes, se pueden encontrar aplicaciones innovadoras en las principales ciudades como Barcelona, Rotterdam, Munich y Copenhague.
En Barcelona, la infraestructura de iluminación inteligente se utiliza para monitorear la ocupación de playas y áreas públicas para la gestión de multitudes.
Asimismo, se utiliza para contribuir en la crisis de Covid-19 ofreciendo a los ciudadanos información sobre dónde pueden disfrutar estas áreas respetando las medidas de distanciamiento social de Covid-19.
La Inteligencia Artificial (IA) se implementa para escanear y analizar imágenes de la playa en áreas disponibles en lugar de contar personas para hacer frente a las consideraciones de privacidad.
Oportunidades
El segundo ejemplo de servicios públicos innovadores en una ciudad inteligente es la gestión inteligente de residuos que implica la recogida y el procesamiento de residuos.
Al agregar sensores a los contenedores de residuos que miden la tasa de llenado y las irregularidades en su funcionamiento, se pueden obtener ganancias de eficiencia mediante el enrutamiento inteligente de la recolección de acuerdo con la tasa de llenado, pero también menos molestias para los ciudadanos causadas por contenedores llenos o contenedores defectuosos.
Además, la IA se puede aplicar para predecir los patrones de cómo, cuándo y dónde se desechan los residuos, abriendo posibilidades para que la política urbana estimule la producción y el descarte eficiente de residuos entre los ciudadanos.
Como parte del proyecto de ciudad inteligente RUGGEDIZED, esta innovación se implementó en la ciudad de Rotterdam.
También es posible obtener mayores ganancias de eficiencia cuando se utilizan vehículos autónomos habilitados para IA para la recolección de residuos.
La IA se puede utilizar para optimizar el procesamiento sostenible de residuos urbanos. En situaciones en las que la separación de residuos aún no es muy común en una ciudad, la visión por computadora se puede utilizar para separar los flujos de residuos para reciclarlos o reciclarlos hacia una economía circular.
Estos servicios públicos innovadores están comúnmente conectados y pueden unificarse a través de plataformas de datos urbanos (UDP), una tendencia observada en muchas ciudades europeas en reacción a la economía de plataformas que viene con las principales plataformas digitales como Uber, Airbnb, Google, etc. y el reconocimiento que las soluciones de la ciudad solo son posibles con una colaboración de datos e infraestructura confiable y eficiente.