Las exportaciones de Australia de carbón bituminoso al mundo sumaron 45,000 millones de dólares en 2018, colocándose el país como el líder global en este indicador.

En general, Australia es uno de los cinco principales productores mundiales de oro, mineral de hierro, plomo, zinc y níquel.

También posee los mayores recursos de uranio y cuarto carbón negro del mundo, respectivamente.

Por volumen, los dos productos minerales más importantes de Australia son el mineral de hierro (29 minas) y el carbón (más de 90 minas).

A diferencia de la mayor parte de la producción mundial, la mayoría (alrededor del 75%) del carbón negro en Australia se produce a partir de minas a cielo abierto.

En Australia no hay restricciones específicas de la inversión extranjera para el sector de la minería, aunque, como sucede también en todos los demás, se requiere una aprobación o notificación previa para las inversiones que superan determinados umbrales.

Australia cuenta con abundantes recursos energéticos naturales (uranio, carbón, gas natural). Específicamente, el carbón realiza una contribución fundamental a la economía australiana y sigue siendo una parte importante de la combinación de fuentes de energía del país.

Carbón bituminoso y sus usos

Según la empresa Multotec, el carbón se ha utilizado como combustible o fuente de energía desde la Revolución Industrial. A pesar de que ya no se utiliza en las locomotoras a vapor, se emplea en ciertas áreas donde se necesita mucha energía, como en la generación térmica, el sector metalúrgico, la fabricación de cemento y como fuente de combustible licuado (gasolina de carbón).

Tipos de carbón

El carbón en realidad es un sedimento mineral que contiene un alto porcentaje de carbono, un bajo porcentaje de humedad y un porcentaje muy pequeño de nitrógeno. El carbono es lo que, cuando se quema en contacto con el aire o el oxígeno, proporciona energía térmica, que es lo que después se transforma en otros tipos de energía.

El carbón se categoriza según su dureza o su contenido de carbono:

Grafito: carbono superior, pero difícil de quemar, por tanto, poco utilizado para combustión.

Antracita: carbón de buena calidad, muy duro, a menudo utilizado para calentamiento.

Carbón bituminoso: carbón denso que puede convertirse en coque, un combustible elaborado mediante la destilación de carbones más blandos; se usa para calentar los altos hornos de las centrales metalúrgicas.

Carbón subbituminoso: carbón con calidades del carbón bituminoso y el lignito.

Lignito: carbón de baja categoría con mucha humedad, pero que todavía ocupa un lugar en las centrales termoeléctricas.

Usos en centrales termoeléctricas, metalurgia y química del carbono.

Hoy en día, la generación eléctrica sigue siendo el uso más habitual del carbón. Las centrales termoeléctricas lo queman en calderas industriales para calentar el agua. El calor generado convierte el agua en vapor y activa una turbina acoplada a un alternador para generar electricidad.