La empresa estadounidense Boeing anunció este miércoles que reduciría la producción global de su aeronave insignia, el 787 Dreamliner.

En general, el Boeing 787, apodado “Dreamliner”, es un avión de pasajeros de tamaño medio y fuselaje ancho desarrollado por Boeing Commercial Airplanes.

La aeronave, de doble pasillo, puede transportar entre 217 y 323 pasajeros, dependiendo del tipo (787-8, -9 o -10). Su primer vuelo tuvo lugar el 19 de diciembre de 2009.

Además, Boeing informó que estima en casi 19,000 millones de dólares los costos relacionados con la suspensión de operaciones de su avión 737 MAX.

El Boeing 737 MAX (también comercializado bajo denominaciones técnicas, como en el caso del modelo Boeing 737-8200)​ es una familia de aviones de pasajeros a partir de la familia Boeing 737 Next Generation para competir con la familia Airbus A320neo.

La suspensión de vuelos del 737 MAX, que se produjo tras dos accidentes mortales, forzó a la empresa a congelar la producción de la aeronave por primera vez en más de 20 años.

Boeing estaba produciendo 14 naves 787 Dreamliner por mes, pero espera bajar el ritmo de fabricación hacia fines de 2020 a 12 unidades por mes.

Uno de los principales factores de esta menor demanda radica en la reducción de pedidos de China, quien ha sostenido una guerra comercial con Estados Unidos.

Boeing y subsidios

Estados Unidos y la Unión Europea (UE) han afirmado durante mucho tiempo que el otro subsidia directa o indirectamente su industria nacional de aviación civil.

Según los Estados Unidos, la UE y los gobiernos de ciertos estados miembros de la UE -Francia, Alemania, España y Reino Unido- han proporcionado, a lo largo de los años, subsidios a sus respectivas compañías afiliadas a Airbus para ayudar en el desarrollo, producción y comercialización de grandes aviones comerciales (por ejemplo, a través de infusiones de capital, condonación de deudas, reinversiones de deuda, asistencia de comercialización y presuntas presiones políticas y económicas sobre los gobiernos compradores).

Por otro lado, la UE afirma que Boeing se beneficia del apoyo del gobierno estadounidense principalmente en forma de fondos de investigación y desarrollo de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), el Departamento de Defensa de Estados Unidos y otras agencias.

Además, la UE sostiene que Boeing recibe subsidios en forma de reducciones de impuestos y exenciones, así como apoyo de infraestructura para desarrollar y producir nuevos aviones.