Bombardier indicó que las tensiones comerciales en el mundo y particularmente en América del Norte podrían afectar negativamente sus operaciones y sus resultados financieros.
Esta empresa canadiense ha sido puesta como ejemplo en reiteradas ocasiones por las cadenas de valor que ha integrado entre México, Estados Unidos y Canadá, donde cuenta con plantas de producción de aviones y aeropartes, entre otros productos.
“Como organización que opera globalmente, nuestras empresas están sujetas a las políticas gubernamentales relacionadas con las restricciones de importación y exportación y las adquisiciones comerciales, el apoyo a las ventas de exportación y las políticas comerciales mundiales, incluidas las prácticas comerciales regionales específicas”, dijo en su reporte anual de 2017.
Como resultado, añadió que está expuesta a los riesgos asociados con las prioridades cambiantes por parte del gobierno y las agencias supranacionales. Además, Bombardier puede ser afectada por las políticas comerciales proteccionistas y los cambios en el entorno político y normativo en los mercados en los que opera, como controles de importación y exportación de divisas, aranceles y otras barreras comerciales, controles de precios o de cambio.
“Posibles cambios en el la terminación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) existente entre Canadá, Estados Unidos y México, actualmente en discusión, podría afectar nuestro negocio en varios mercados nacionales, afectar nuestras ventas y rentabilidad y dificultar la repatriación de ganancias, y puede exponernos a sanciones y daño en nuestra reputación”, dijo.
Bombardier inauguró en el 2005 su primera planta para la manufactura de componentes de aviones en Querétaro, donde la empresa decidió que en México se haría gran parte de la producción de cableado para sus aviones, y desde entonces su producción ha venido incrementando.
Más aún, Bombardier declaró en 2015 que planeaba convertir a México en un centro mundial de producción de arneses usados en la construcción de trenes.
Los trenes de los sistemas de ferrocarril metropolitano (metro) de Nueva York, Chicago y San Francisco, en Estados Unidos, y de Toronto, en Canadá, así como los trenes ligeros de Toronto, el tren de Vancouver y los trenes de Kuala Lumpur y de Arabia Saudita, tienen o prevén arneses producidos por Bombardier en México.
En el 2009, Bombardier inauguró otra planta en Huehuetoca, Estado de México, especializada en la fabricación de arneses eléctricos y, un año después, se convirtió en la principal proveedora de Bombardier Transportation en América del Norte.