Brasil es el principal exportador de soja, carne de ave, carne bovina, azúcar y café, y el segundo exportador de maíz y algodón, según datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Además, la larga competitividad de los agronegocios de Brasil y la tendencia de su producción y exportaciones han sido respaldadas por inversiones sostenidas en investigación agrícola, consolidando el liderazgo del país como un importante productor y exportador agrícola.
En 2021, la agroindustria fue responsable de 120,500 millones de dólares en exportaciones, que representan 43% de las exportaciones totales de Brasil.
Así, la participación brasileña en el comercio mundial del sector es de 6.6 por ciento.
El balance de oferta y demanda de la Empresa Nacional de Abastecimiento (CONAB) del 9 de noviembre de 2022 estima exportaciones de maíz en el orden de 38.5 y 45.0 millones de toneladas para los años 2022 y 2023, respectivamente.
Específicamente para 2021, la producción disminuyó 15% con respecto al año anterior.
Fue el peor desempeño de las cosechas de maíz desde la zafra 2017/18, debido al retraso de las lluvias al inicio de la siembra de la primera cosecha y sequía y heladas en los principales estados productores durante la segunda cosecha.
Este desempeño de la producción influyó en la dinámica exportadora.
Exportador de soja
Desde el punto de vista del mercado, la rentabilidad de cultivos como la soja, el maíz y el algodón, que tienen buena liquidez y bajos stocks mundiales, orienta el aumento de la producción.
Además, la perspectiva es que continúe la fuerte demanda de estos productos en el mercado internacional, considerando que los precios del petróleo aún se encuentran en niveles altos, lo que favorece la demanda de biocombustibles, lo que a su vez contribuye a mantener buenos precios para la soja y el maíz.
También la perspectiva de crecimiento en el área de soja crea una buena perspectiva de crecimiento en el área de maíz de segunda cosecha en Brasil.
En 2022, la economía brasileña experimentó presiones en los niveles de precios.
Sobre todo, la restricción de la oferta mundial ha presionado los precios de alimentos como la soya, el maíz y el trigo, así como los combustibles y fertilizantes.
Brasil es un importante exportador de soja y maíz, pero la paridad del precio interno con el precio internacional significa que los consumidores brasileños también se ven afectados.
Por otro lado, Brasil es un importante importador de combustibles y fertilizantes. El precio de importación de estos productos se duplicó en el año.
