El análisis del personal técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) sugiere que las interrupciones en las cadenas de suministro redujeron entre 0.5 y 1.0 puntos porcentuales el crecimiento del PIB mundial en 2021.
Al mismo tiempo, estas interrupciones agregaron 1.0 puntos porcentuales a la inflación subyacente
Ante todo, el cambio hacia el consumo de bienes, particularmente en las economías avanzadas, sobrecargó las redes de la cadena de suministro global durante la pandemia.
Este problema se vio agravado por los impedimentos relacionados con la pandemia para el transporte y la dotación de personal, así como por la naturaleza inherentemente frágil de la logística justo a tiempo y los inventarios ajustados.
La interrupción resultante del comercio mundial provocó escasez y aumento de los precios de los bienes de consumo importados.
En específico, según el FMI, las interrupciones en los Estados Unidos han sido particularmente severas, en consonancia con el mayor cambio hacia el consumo de bienes.
Si bien las flotas de transporte internacional tienen una capacidad disponible limitada, los cuellos de botella a menudo se encuentran en tierra, ya que los camiones y otros servicios no pueden sacar la carga de los muelles más rápido de lo que pueden traerla los nuevos barcos.
Para el FMI, es probable que la demanda regrese a los servicios (los hogares solo pueden comprar una cantidad determinada de bienes duraderos).
Cadenas de suministro
El punto de referencia asume que los desequilibrios entre la oferta y la demanda disminuirán en el transcurso de 2022.
Pero cuanto más persistan, advierte el FMI, es más probable que se alimenten de las expectativas de precios futuros más altos y mayor será el riesgo para la economía mundial.
También las cadenas de suministro globales disfuncionales hacen que las economías sean menos capaces de adaptarse a un posible resurgimiento de la pandemia, ya que los puertos obstruidos impiden el flujo de bienes necesarios para adaptarse a las cambiantes condiciones de salud pública.
El impacto de la variante Omicron puede limitar aún más la eficiencia de los puertos, aumentar los problemas de envío y retrasar el reequilibrio de la demanda de los consumidores de bienes a servicios, lo que exacerba los desequilibrios entre la oferta y la demanda.
Por último, el FMI espera que el comercio mundial se modere en 2022 y 2023, en línea con el ritmo general de expansión.
Suponiendo que la pandemia disminuya durante 2022, el FMI espera que los problemas de la cadena de suministro disminuyan más adelante en el año.
La moderación que acompaña a la demanda mundial de bienes también ayudará a reducir los desequilibrios. Se prevé que el comercio transfronterizo de servicios, en particular el turismo, se mantenga moderado.