El mercado de Estados Unidos importó camarones y langostinos no de agua fría por un valor de aduana de 5,989 millones de dólares en 2022, una reducción de 6% interanual.
Además de ello, las importaciones estadounidenses de camarones y langostinos de agua fría fueron de 27 millones de dólares, 46% más sobre 2021, según datos del Departamento de Comercio.
El camarón es una proteína del mar muy conocida y consumida en todo el mundo, que se vende y reconoce en gran medida como un producto básico.
A nivel mundial, el mercado de este molusco es de unos 39,000 millones de dólares, con una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) prevista por Future Market Insights de 5.6% hasta 2027.
Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indican que Estados Unidos consumió más de 1,900 millones de libras de camarones en 2021, solo superado por China en consumo total, con más de 90% importado.
Por otro lado, la empresa Naturalshrimp Incorporated refiere que el mercado mundial de camarones fue de 18,300 millones de dólares en 2020 y se espera que alcance los 23,400 millones en 2026.
Una fuente más, SeafoodSource señaló que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) rechazó 75 líneas de entrada de camarones contaminados con antibióticos en 2021, más del doble de líneas de entrada de las que se rechazaron en 2020.
Camarones
De los 1,900 millones de libras de este producto que se consumen anualmente en Estados Unidos, más de 1,500 millones de libras se importan, gran parte de ellas de granjas camaroneras de países en desarrollo.
Estas granjas suelen estar situadas en países en desarrollo y utilizan altos niveles de antibióticos y pesticidas que no están permitidos por la normativa del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Como resultado, estas granjas producen camarones cargados de productos químicos de una forma ecológicamente insostenible.
Naturalshrimp es una empresa de tecnología acuícola que ha desarrollado tecnologías de plataforma propias y patentadas para permitir la producción de especies acuáticas en un entorno ecológicamente controlado, de alta densidad y bajo coste, y en instalaciones de producción totalmente contenidas e independientes sin utilizar antibióticos ni productos químicos tóxicos.