Los eventuales cambios a las reglas de origen como resultado de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no pueden afectar demasiado a México, afirmó Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores.
“No tiene mucho sentido tener una gran discusión sobre las reglas de origen, si las empresas simplemente pueden optar por pagar un arancel de 2.5% sin tener ninguna afectación al comercio”, dijo en un foro organizado por Nikkei en Japón.
El canciller hizo con ello referencia al arancel de Nación Más Favorecida (NMF) que deben pagar en promedio las importaciones de Estados Unidos originarias de cualquier miembro de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En la OMC, cada nación establece topes a sus aranceles y está obligada a dar a todos la condición de NMF, expresión que parece sugerir que se trata de algún tipo de trato especial para un país determinado, pero que en realidad significa cobrar sus respectivas tarifas a la totalidad de miembros por igual.
“Realmente mucho de la discusión en las reglas de origen no va a estar en lo automotriz, seguramente tendrá que ver con el sector electrónico, donde en los años recientes se han ido relajando estas reglas”, dijo.
Puso como ejemplo la fabricación de televisores de pantallas de planas en México. Hoy las reglas de origen, el contenido exigido, es de menos del 30%, esto implica que una muy buena parte de los componentes de los televisores que se fabrican en México son comprados en otros países, fundamentalmente China.
Balance negativo
“Estamos convencidos que la manera de atender las preocupaciones del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y de muchos norteamericanos que no están satisfechos con los resultados del TLCAN es haciendo más comercio, no menos; que queremos en particular acercarnos y corregir los desequilibrios que tanto preocupan hoy en día al liderazgo norteamericano a través de más comercio, no menos comercio y eso es una premisa importante”, agregó Videgaray.
La obsesión del presidente Trump por fijar como objetivo de la renegociación del TLCAN reducir el déficit comercial de Estados Unidos es un factor de preocupación, afirmó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, el 18 de julio.
“México no va a aceptar son restricciones, ni restricciones entre los países miembros del TLCAN; ni tampoco, mucho menos, restricciones hacia países con los que tenemos relaciones comerciales muy sólidas, acuerdos formales, exitosos, y Japón es el caso más claro, más contundente de ello”, comentó Videgaray.
La Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) difundió que pretende establecer regulaciones sobre manipulación cambiaria en el TLCAN.
Sobre este punto, Videgaray dijo que es realmente un “tema poco problemático”, porque México tiene un sistema cambiario absolutamente basado en el mercado.
“El valor del peso mexicano no lo determina el gobierno, no lo determina el Banco Central, lo determinan los mercados; el peso mexicano es una moneda extraordinariamente líquida, es una moneda que comercia 24 horas del día, y cuando interviene el Banco Central que lo hace muy poco, lo hace basado en reglas y lo hace con absoluta transparencia”, dijo.
“Entonces, por lo tanto, no hay un tema de manipulación cambiaria relevante al interior del NAFTA, si hubiera algún elemento de algún capítulo que se incluyera respecto al tipo de cambio, al tema cambiario, la posición de México será para fortalecer que sean mecanismos de mercado los que determinen el valor de las monedas y para evitar la intervención o la manipulación cambiaria”, añadió.