Chrystia Freeland, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, comparó el avance de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con el parto de una mujer, el de ella misma.
“Cuando estaba dando a luz, una de mis parteras dijo: ‘Nunca se sabe cuánto tiempo durará el parto, pero usted sabe que cada contracción es una contracción más cercana al bebé que nace’”, dijo Freeland, de acuerdo con medios canadienses. “Y si pudiera usar una metáfora tan personal, eso parece aplicarse a las negociaciones comerciales”.
Freeland se reunió este martes con Ildefonso Guajardo, secretario de Economía de México, y Roberto Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés), en Washington, DC, para renegociar el TLCAN en sus puntos más críticos.
Las propuestas de Estados Unidos más controversiales son las reglas de origen automotrices; la cláusula del sunset, con la cual se terminaría automáticamente el acuerdo comercial cada quinquenio, a menos que los tres países acordaran antes renovarlo; reformas en la metodología para fijar cuotas compensatorias por dumping o subsidios en productos agrícolas; el valor general de envío, llamado de minimis, y los mecanismos de resolución de controversias.
El 1º de enero de 1994 entró en vigor el TLCAN entre los Estados Unidos, Canadá y México. En su marco, las partes eliminaron progresivamente los aranceles durante un periodo de transición desde esa fecha hasta el 1º de enero de 2008.
Lighthizer se ha mantenido firme en sus demandas que incluyen además desmantelar el “sistema proteccionista” de lácteos y aves de corral de Canadá.
Canadá mantuvo restricciones en el TLCAN original a los lácteos, aves de corral y huevos, un asunto que Estados Unidos intenta revertir.
En el marco del TLCAN, los Estados Unidos y México liberalizaron el comercio de todos los productos agrícolas. Los aranceles y las restricciones cuantitativas se eliminaron totalmente, incluso para los productos sensibles como el maíz, los frijoles y la leche en polvo.
La liberalización comercial también ha promovido una especialización del tipo de productos agrícolas comercializados entre México y Estados Unidos, aprovechando la complementariedad del clima regional y la geografía. Las exportaciones estadounidenses se concentran en granos, carne y oleaginosas, representando más del 50% de las exportaciones agrícolas a México. En comparación, casi el 50% de las exportaciones agrícolas mexicanas a Estados Unidos son frutas y verduras.
El crecimiento del comercio de productos agrícolas también ha fortalecido las cadenas productivas regionales. Entre los ejemplos más relevantes se encuentran granos-carne, azúcar- confitería, malta- cerveza, limón- pectina y productos frescos-alimentos enlatados.
Algunos analistas consultados expusieron que la apertura agropecuaria del TLCAN propició grandes ganadores y grandes perdedores en Estados Unidos y Canadá, por lo que abrir este sector en la renegociación del TLCAN podría generar complejidades.