El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) acordaron establecer mesas de trabajo para establecer medidas que contrarresten las ventajas de atracción de inversiones de la reciente reforma tributaria de Estados Unidos.
Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y José Antonio González Anaya, titular de la SHCP, se reunieron el viernes para abordar este asunto.
“En su conversación acordaron tomar medidas para hacer frente a la reforma fiscal de Estados Unidos y su potencial impacto sobre la economía nacional. Coincidieron en que México debe ser prudente y no puede reducir impuestos a costa de elevar los niveles de endeudamiento público”, dijo el CCE en un comunicado.
A su vez, Luis Aguirre, presidente entrante del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), estimó que las inversiones en la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (Immex) podría reducirse en el 2018 por la reforma fiscal de Estados Unidos, aunque añadió que el impacto aún se deberá analizar porque dependerá de cómo se aterricen los cambios tributarios en la economía estadounidense.
Durante la reunión del CCE y la SHCP, las partes decidieron crear tres mesas de trabajo para monitorear el impacto de la reforma y diseñar medidas que permitan mantener el dinamismo de la economía y la inversión en México.
La primera mesa acordará medidas a impulsar en el ámbito financiero; la segunda, acciones de corte fiscal para promover la inversión, y la tercera, medidas económicas para aligerar la carga administrativa de las empresas.
“Estas mesas deberán operar bajo las premisas de mantener un sano balance fiscal y no incrementar la deuda en el país”, agregó el comunicado.
El CEE opinó que las prioridades del manejo macroeconómico del país deben incluir la estabilidad de las finanzas públicas, de tal forma que el superávit fiscal previsto para 2018 se logre; el control de la inflación; y, el fomento a la productividad y competitividad de las empresas, para generar -sobre bases sanas y estables- el empleo y bienestar que requieren los mexicanos.
“La unión y el trabajo conjunto de la iniciativa privada y el gobierno mexicano en momentos decisivos para nuestra economía generan mayor confianza en el mercado”, dijo el organismo empresarial.
En ese sentido, el CCE reiteró la necesidad de trabajar también en una mayor eficiencia en el gasto público y de reducir el gasto corriente del gobierno. El objetivo es generar los incentivos necesarios para atraer inversión en todos los sectores de la economía. Las acciones coordinadas proveen certeza a los actores económicos y permiten reducir los choques externos negativos.
El martes pasado, el Senado de Estados Unidos aprobó la reforma fiscal más ambiciosa de los últimos 31 años, que propone un recorte fiscal de 1.46 billones de dólares en 10 años. Está centrada en reducir de 35 a 21% la tasa del impuesto corporativo.